Agustín Figueroa
El denominado Grupo Basadre publicó el 4 de marzo de 2015 un comunicado en La República titulado “Sobre el último espionaje chileno”. La fecha de este documento es 26 de febrero de 2015 y está firmado por El Consejo Directivo. El texto empieza recordando lo siguiente: “Durante los últimos nueve años, el Grupo Basadre ha advertido a la Nación sobre la necesidad de actuar con mucha cautela en nuestras relaciones con Chile, señalando claramente las razones de nuestra desconfianza. No obstante, a la buena fe de varios gobiernos peruanos y el deseo colectivo de buena vecindad de nuestra clase política y de nuestra población, Chile continúa manteniendo una serie de prácticas inamistosas que nos impiden alcanzar una relación de mutuo respeto y con futuro que nos permita una real integración bilateral y multilateral”. El viernes 6 de marzo de 2015 se publicó en Correo y en otros diarios un “Comunicado a la opinión pública” que empieza con el siguiente texto: “Los vicealmirantes que desempeñaron el cargo de ministro, presidente y jefe del Comando de las Fuerzas Armadas y de comandante general de la Marina, ante los hechos de espionaje denunciados, atentatorios contra la seguridad nacional, con la participación de malos elementos de la Marina de Guerra del Perú, y ante algunas declaraciones públicas vertidas sobre este lamentable hecho, se dirigen a la ciudadanía para expresar lo siguiente: 1) Rechazan las actividades ilegales desarrolladas por el citado personal acciones que fueron detectadas y denunciadas por la propia Marina y que han violado los principios y valores que orientan el accionar de todo el personal de la institución, que cumple de manera patriótica y sacrificada con su misión constitucional en defensa del país”.
Este comunicado está firmado por veintiún vicealmirantes de la Marina de Guerra del Perú. El lenguaje del Grupo Basadre es diplomático y el lenguaje de los vicealmirantes es castrense. El grupo Basadre dice: “Saludamos la decidida reacción de nuestra Cancillería y esperamos que el Gobierno chileno tenga una respuesta que nos permita vislumbrar un cambio de actitudes acorde con el respeto a nuestra independencia”. Los vicealmirantes: “Exhortan al fuero militar para que imponga de manera ejemplar las penas más severas establecidas en el Código Penal Militar al personal que resulte responsable de los delitos de función cometidos”. En mi propio lenguaje digo que esos malos elementos de la Marina de Guerra son traidores que tal vez merezcan ser fusilados. Con mis propias voces digo que debilitar a la Dirección Nacional de Inteligencia nombrando a jefes que no están calificados para este cargo, hacer que agentes de esta institución encargada de producir inteligencia estratégica hagan el seguimiento a políticos y periodista y finalmente desactivarla para ocultar sus malos manejos se parece mucho a la traición porque favorece a los halcones chilenos. El Grupo Basadre dice: “Chile debe dejar de lado su doble comportamiento que incluye una permanente amenaza militar debido a un irracional armamentismo; y el afán expansionista cuestionando nuestra integridad territorial como al tratar de mantener heridas abiertas desconociendo el Tratado de Límites de 1929 que fijo de manera definitiva nuestras fronteras terrestres. Los vicealmirantes: “Respaldan el accionar de la Marina de Guerra que, a pesar de los efectos negativos que hechos de esta gravedad podrían ocasionar, enfrentó de manera inmediata y profesional este caso, profundizando las investigaciones para detectar y sancionar a los responsables e informando oportunamente a las autoridades competentes; y confían en que la Cancillería actuará de manera más firma en defensa de los intereses del país”. Con mis propias palabras, espero que también se sancione a los que tuvieron el mando y el comando en el lapso en que se realizó el vergonzoso espionaje de los traidores. Con mis propias palabras digo que los que tratan de mantener las heridas abiertas son los halcones de la política chilena y los gorilas fascistas de las Fuerzas Armadas chilenas que quieren seguir medrando con los miles de millones de dólares que se malgastan en la compra de armas con las que amenazan al Perú.
Con mis propias palabras digo que es un acto repudiable intentar utilizar el espionaje chileno para cubrir los errores y los delitos de algunos gobiernistas. El hecho de que esta noticia fuera filtrada a la prensa por malos elementos del Gobierno, la coincidente conferencia de un miembro del Tribunal Militar, las apariciones en la televisión del proceso contra los traidores y el pedido del ministro de Defensa para acudir al Congreso para informar sobre este asunto no son coincidencias. El espionaje ha sido descubierto hace muchos meses, pero se ha hecho público en un momento muy difícil para Ollanta Humala, Nadine Heredia y para su seudopartido que se está cayendo a pedazos. Coincido con el Grupo Basadre cuando dice que los peruanos debemos estar unidos y exigir a nuestros gobernantes más firmeza y cautela en nuestras relaciones con Chile mientras continúen las acciones perniciosas de sus redes de espionaje. Salvo mejor opinión.
Correo, 15.03.2015