Por Guillermo Olivera Díaz*
Pedro Pablo Kuczynski está en pos de otro atentado delictivo, natural para su idiosincrasia. Sin tener partido político que lo haya elegido candidato a la presidencia, o sea, sin elecciones internas de ley, se ha erigido candidato a la presidencia, hace costosa campaña electoral, viajando por el país para recién conocerlo, en busca de negociados o, si fracasa, en pos de un ministerio si algún contendor victorioso se topa con la presidencia, aunque fraudulentamente, tipo García, Toledo o Keiko. Para el fulano cualquiera en el sillón presidencial le da igual.
Lo que sigue escribí de él tiempo atrás. “Los atentados criminales contra la voluntad popular o la fe pública tienen diversas manifestaciones. Aunque todos tienen en común el hecho de triturar la verdad con mentiras y poses en forma deliberada, difieren en grado de reproche, atendiendo a su naturaleza, motivación, el número de agraviados y el aprovechamiento de especiales circunstancias.
Cuando el ilícito tiene que ver con un proceso electoral el propósito es enteramente subalterno y vitando: engañar al elector, torcer su voluntad y cual paradoja favorecer al repudiable infractor.
Esto es lo que consumó, en la elección presidencial anterior, el 29-03-2011, el ladino ex candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski. Cometió un odioso delito contra la fe pública, es decir, contra la confianza o creencia colectivas que el Estado tutela, reprimiendo a los que la vulneran.
El Artículo 438.° del Código Penal lo contempla como Falsedad Genérica, y abarca cualquier comportamiento que “cometa falsedad simulando, suponiendo, alterando la verdad intencionalmente y con perjuicio de terceros, por palabras y hechos”.
Incurrió en falsedad afirmando al Perú y al mundo que ha presentado su renuncia a la nacionalidad norteamericana, cuando en realidad el formulario que firmó dentro del local del Consulado yanqui: FORM 4079es únicamente relativo a estar en conocimiento de los derechos y privilegios que pierde al renunciar. No firmó el llamado FORM 4080, que contiene el acto mismo de renuncia a la nacionalidad bajo juramento.
¡Este es el candidato delincuente multi reiterante que tuvimos! Aspiró a la presidencia del Perú, pese a vivir del hecho ilícito, aunque favorecido por la impunidad que su escondida fortuna millonaria alimenta y fortalece. La prensa es su fiel aliada y compañera. También lo es de Alan García, Alejandro Toledo o Keiko Fujimori.
Ahora se contenta que Keiko, por quien reclama votar, lo llame de Ministro, aunque preferiría hacer negociados con ella, saqueando el país. Experiencia tienen de sobra. Si les faltase, en la DIROES tienen un “asesor de lujo”de nombre Alberto Kenya.
PPK, vía la prensa nos mintió a todos el 29-03-2011, 8 am: ¡que había renunciado! Empero, acaba de confirmarlo: ¡No ha renunciado a su nacionalidad norteamericana! Dice que únicamente está “suspendida”, término inexistente para el verdadero renunciante.
¡Y los de la Embajada y Consulado norteamericanos guardan silencio, a pesar que el espíritu anglosajón enarbola la verdad y falsearla es inmensamente reprochable!
Aunque la celebérrima frase no correspondiera al florentino Nicolás Maquiavelo: il fine giustifica i mezzi(el fin justifica los medios), no hay duda que sus enseñanzas han calado hondo. “Aquellos que triunfan nunca resultan avergonzados por el modo cómo hayan triunfado”en las elecciones en curso, pues necesitan un títere o fantoche de Presidente, confiando en que “pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”.
Renuncia simulada por PPK y FORMS 4079, 4080 y 4081.- La existencia de estos 03 diversos formularios y su número de orden facilita el engaño perpetrado de modo doloso o deliberado, propio de singular protervia en pos de votos.
El hecho que PPK al salir del Consulado USA, el martes 29-03-2011, 08 am, blandía al viento uno de ellos, sin mostrar el número siquiera, ni demostrar cuál efectivamente firmó y no entregar un ejemplar a los ávidos reporteros, nos convence que el personaje había montado una torpe estratagema (diferente a la de Onán): ¡Hacer creer falsamente que había renunciado a su nacionalidad norteamericana! y con su mohosa cantaleta de “nací en Perú y moriré en Perú” esperaba remontar en las encuestas y ojalá pasar a la segunda vuelta en las elecciones del pasado 10 de abril. Venturosamente este anhelo nefando no se cumplió; quedó en tercer lugar engañando al 18% de los votantes.
Producida la suscripción del FORM 4080 y recibido el juramento por el Oficial encargado, se ha formalizado el acto de renuncia, a partir de cuyo momento es irrevocable: no hay posibilidad de cancelación, retiro o desistimiento. ¡Este formulario 4080 nunca firmó PPK: ergo, no renunció a su añorada nacionalidad norteamericana; ¡engañó una vez más al Perú y al mundo y pide el voto para presidente!”.
El mismo PPK farsante, norteamericano de corazón y peruano por accidente, acaba de confirmar, al anunciar que esta vez sí renunciará, que en aquella ocasión nos mintió con descaro. Sigue siendo norteamericano, cuya ciudadanía aseveró que sólo estaba SUSPENDIDA. ¡Nunca lo estuvo!
¿Algún peruano, por más honorable que fuese, será aceptado y tolerado como candidato a la presidencia de Estados Unidos o a ser Primer Ministro de Inglaterra?
Lima, 2 de junio del 2015.
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