Herbert Mujica Rojas
El jefe de Estado, Ollanta Humala, subrayó en varias oportunidades que el empresario nacional no "apuesta" (creemos se refirió a arriesgar e invertir), en el país. Tengo la viva impresión que se equivoca, al menos en un caso puntual que conozco al detalle y en el cual sus colaboradores literalmente le sacan la vuelta y permiten que se aborte un concurso como el acontecido, pocos días atrás, en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el caso de los pasaportes electrónicos o biométricos.
A fines de este mes en Colombia, se emitirán los pasaportes electrónicos que facilitarán a los naturales del país norteño, de usar la exoneración de la visa Schengen y entrar a las naciones que conforman la Comunidad Europea. Vergonzosamente, en Perú no se podrá hacer lo mismo porque fuerzas extrañas foráneas y criollas, simple y llanamente tumbaron el proceso de julio que se llevaba a cabo en Cancillería.
La gestión diplomática y de Estado que coloca a Colombia en el marco de la exoneración para sus ciudadanos de la visa Schengen es exactamente igual a la que siguió Perú con la Comunidad Europea. Debe notarse que mientras que allá ya están anunciando el uso del pasaporte electrónico, en nuestro país, aun seguimos en pañales y con la preocupación de dejar en mal pie a Cancillería y al mismo gobierno peruano por tanta y bárbara ineptitud burocrática.
No es ajeno al presidente Humala que su administración planteó desde el 2013 la modernización de los pasaportes y puso a trabajar a la Superintendencia Nacional de Migraciones con esa loable ambición. Hemos dado cuenta in extenso de las ridículas contradicciones, marchas y contramarchas, dimes y diretes, ineficiencias y retrasos en que incurrió esa dependencia, con tal mala suerte que hasta ahora no hay ¡nada de nada!
¿Ha informado al mandatario Humala el Superintendente de Migraciones, Boris Potozen, que una empresa local, a su costo, riesgo y prestigio, ofreció de manera gratuita, la confección de 10 mil pasaportes electrónicos? A eso llamo un gesto interesante, constructivo y, sobre todo, de inversión de tiempo, materiales y dinero. No compromete a Migraciones, pero sí da una idea de la capacidad instalada y eficiencia de una firma peruana. Decir, por tanto, que no ponen el pecho, deviene en una imprecisión más o menos atroz.
Si el señor Potozen no transmitió y se guardó la oferta, entonces, como lo mostramos semanas atrás, adjuntaremos la carta puntual que hizo la empresa, para que se acuerde que con estas cosas no se juega y que hay que tomar las responsabilidades en serio. Sin embargo hay que preguntarse, de ser el caso, ¿con qué derecho o supuesta sabiduría esconde las comunicaciones Potozen?
Más aún. Quien gane la buena pro para la elaboración descentralizada del pasaporte electrónico NO recibirá un solo dólar , US$ 1, hasta que entregue los lotes de productos. En buen castellano, esta operación por varios millones de dólares, tendrá que ser financiada, como dicen las bases, con el dinero de la empresa. Firma que tenga la responsabilidad arriesga, invierte y sirve al Perú. El asunto de rosado, al estilo de las licitaciones con nombre y apellido, con dedicatoria, no tiene nada.
Entonces ¿cómo es que no invierten o arriesgan las empresas peruanas?
En cambio, la desnacionalización de la industria peruana, en el rubro específico del pasaporte electrónico, fue alentada por los funcionarios del gobierno del presidente Humala vía la Superintendencia Nacional de Migraciones y el Ministerio del Interior que se empeñaron en hasta 5 estudios de mercado para descubrir que la opción "de gobierno a gobierno", era un genuino disparate y para concluir que éste NO aportaba ¡ninguna ventaja al Estado peruano! El veredicto fue inobjetable: ¡tendrá que hacerse el pasaporte electrónico en el marco de la ley de contrataciones del Estado!. ¿Cuánta plata de los contribuyentes se malgastó en estas correrías absolutamente improductivas?
El pasaporte electrónico debiera ser mirado con ojos atentos por la administración del presidente Humala. Hasta hoy los funcionarios que han pasado por la Superintendencia Nacional de Migraciones desde el gris y cuasi olvidado Edgar Reymundo, a la fecha, con Boris Potozen, dejan mucho que desear. Lamentable que de la ineptitud manifiesta de gente pagada por los ciudadanos, sean éstos los perjudicados porque de no tenerse pasaporte electrónico, tendrán que seguir honrando los cientos de euros por la visa Schengen. ¡Qué barbaridad!
Por último, considero que en este rubro puntual, sí hay empresas que arriesgan e invierten seriamente en infraestructura, en entrenamiento especializado de personal, en software y en hardware con tecnología de punta y de acuerdo a los más exigentes requerimientos internacionales.
Y el presidente Humala debiera poner en la congeladora o separar a muchos de sus colaboradores que son los genuinos obstáculos para que en este campo no estemos contando ya con el pasaporte electrónico.
¿Por qué no va usted mismo señor presidente Humala y comprueba cómo la industria peruana sí está lista para hacer el pasaporte electrónico como se anunciara desde febrero del 2014, sin que la Superintendencia Nacional de Migraciones o el Ministerio del Interior dijeran chis ni mus? ¡Que le muestren la maquinaria, local, plana mayor y el conjunto de trabajadores calificados que laboran enalteciendo la capacidad nacional de una peruanidad sin tachas! ¡Al toro por las astas y que NO le sigan saboteando lo que podría ser un éxito para el Estado peruano bajo su administración!