Luis Alonso Bedoya
Fuerza Popular es el partido político peruano más vinculado con el narcotráfico. No por nada el gobierno de Alberto Fujimori convirtió al Perú en un Narcoestado, que daba luz verde a los mayores productores y exportadores de droga como en el caso Vaticano.
Vladimiro Montesinos y varios abogados asociados a él eran patrocinadores de narcos. El cliente más importante del joven abogado Vladimiro en 1978 fue nada menos que Evaristo Porras, poderoso narco colombiano.
Montesinos le ayudó a escapar de prisión con el cuento de un traslado para revisión médica y lo puso en un avión directo a Colombia.
Encima, movió a sus conocidos en el Poder Judicial para desaparecer el expediente de extradición tras el escándalo de la fuga. De allí para adelante, Montesinos se convirtió en el mejor abogado del narcotráfico y aumentó su influencia en los tribunales, la policía, y más.
Ya como siamés de Fujimori en el poder, hasta se dio el lujo de venderle fusiles AK-47 a las FARC de Colombia, que compró previamente al gobierno de Jordania (y de manera oficial, como gobierno peruano a través de militares y funcionarios en actividad). La plata con la que la guerrilla colombiana pagó al Perú provenía de manos de “Fernandinho”, poderoso narco brasileño, que dio el dinero a cambio de un cargamento de cocaína.
Ya casi nadie se acuerda de los “Fusiles que tumbaron a Fujimori” en un teatro de operaciones de política internacional donde Estados Unidos le terminó bajando el dedo. El escándalo explotó semanas antes de la difusión del primer vladivideo que precipitó el escape de Fujimori.
En el libro “Memorias Olvidadas”, del expresidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002), está con lujo de detalles este caso que incluye tráfico de armas y drogas al más alto nivel estatal del Perú.
Tampoco podemos olvidar que durante el fujimorato muchos aviones de las Fuerzas Armadas y hasta el propio avión presidencial, fueron usados para exportar toneladas de cocaína (caso narcoavión).
Por eso no es sorpresa que Fuerza Popular tenga tantos vínculos actuales con el tráfico de cocaína como los siguientes: 1) Caso Calle Quiroz, narco incluido en la lista norteamericana que donó 40 mil dólares a Keiko en la campaña 2011; 2) Caso Barranca, donde el patrimonio del candidato provincial, Beto Tapia, fue usado por cárteles mexicanos. Se encontró cocaína en el camión del candidato en el 2014; 3) Caso Limasa, empresa de propiedad de Kenji Fujimori y Miguel Ángel Ramírez, en cuyos almacenes se encontró cocaína; y 4) Caso Joaquín Ramírez,el secretario general de Fuerza Popular investigado por la Fiscalía por lavado de activos.
Fuerza Popular se vende como la cara moderna del fujimorismo, pero en realidad mantiene lo peor del gobierno de Alberto Fujimori, lo que apunta directamente al narcotráfico.
Diario Uno, 18.02.2016