biblioteca publicaPor. David Auris Villegas. Escritor y pedagogo

¡No tengas miedo de leer! Solía gritar mi abuelo viendo mi rara timidez. Estas perdiéndote la fiesta de la vida, piadosamente agregaba antes de acostarse feliz en su cama atestado de viejos libros que hoy disfruto, agradeciendo haber transformado mi vida; repleta de retos y oportunidades, como hacer aquello que me encanta: leer y escribir para vivir mejor.

No podemos vivir tranquilamente tocando la lira como Nerón mientras el mundo arde en tecnología e incertidumbre, donde los conocimientos cambian velozmente a nivel mundial, surgiendo constantemente nuevos retos. Ante estos problemas, la lectura activa, según los científicos, es un pasaporte seguro hacia una vida plena en esta jungla salvaje.

Leer es emprender un fascinante y apasionante viaje hacia las fibras íntimas del corazón. Disfrutamos insospechadas aventuras, desafíos y fantasías que incendian nuestra felicidad y goce personal en palabras de Borges; inspirándonos una vida extraordinaria, motivados a vivir con plenitud esta adormecida realidad, flanqueados por las distracciones cotidianas.

¿Qué comparten en común la fingida torpeza de Borges con el delirante espejismo del Quijote? No cometamos el error de juzgarlos ligeramente. Ambos eran listos. Gracias a su voraz e insaciable apetito lector, habían afinado extraordinariamente su inteligencia, vigorizando su pensamiento crítico y creativo, necesarios en esta era del conocimiento.

Este ejercicio lector como sostienen los especialistas, expande nuestra curiosidad y amplia nuestra perspectiva de comprender la realidad. Alimentados por el combustible de la maravillosa lectura, no hay otra opción que tomar la pluma para escribir y mejorar este enjambre digital, al que hemos sido arrastrados por el fenómeno de la innovación.

Asimismo, una sostenida lectura racional y selectiva, de textos de nuestro interés, nos empodera bárbaramente, convirtiéndonos en expertos y autoridad de una materia, permitiéndonos protagonizar la historia y afrontar exitosamente los desafíos de la globalización, infestado de feroces competencias.

La lectura significativa impulsa nuestro desarrollo personal a los más altos niveles, facilitando comunicarnos con solvencia y cultura enciclopédica en una sociedad altamente mutable. Además, fortalece nuestras emociones para salir airosos ante situaciones inesperadas y construye nuestra narrativa empática para llevarnos bien con los demás, como clave para crecer sostenidamente.

Probablemente el hábito lector es la única terapia para ejercitar nuestro maravilloso cerebro. Según la neurociencia, leer es un antídoto eficaz para mantenerlo saludable y alerta, previniendo males como el Alzheimer, concordando con Wilson, quien sostiene que la lectura permite afinar la memoria, agiliza la mente y mantiene a raya el estrés.

Finalmente, la magia de la lectura hace de nosotros, ciudadanos desenfadados, felices, cultos, empoderados, libres, creativos y críticos con múltiples oportunidades como escribir para transformar el mundo como sostenía Freire. Comprometiéndonos liderar éticamente la colectividad hacia un bien común, ampliando nuestra visión para comprender el mensaje de la vida; de manera que hoy mismo, iniciemos el extraordinario viaje jamás imaginado.

http s://orcid.org/0000-0002-8478-6738

Fuentes:

©  David Auris Villegas, escritor y pedagogo peruano