Juan Carlos Valderrama
Tal vez cuando usted lea estas líneas tendrá más preocupaciones, cuestionamientos, inquietudes, temores, dudas que antes o se muestre incrédulo o sólo las lea por pura curiosidad; pero le recomiendo que las lea atentamente.
Vivimos una época de récords el del 26 de Abril del 2020 el récord de nuevos casos contagiados positivos por el COVID-19 fue de 36,000 en Estados Unidos pero tal vez habrá escuchado o leído con asombro que el Jueves 25 de junio se alcanzó el nuevo récord de más de 37,000 nuevos casos contagiados positivos y otro récord más de un total de 2,436 muertos en un día, parece que nos encontramos en una carrera de récords , como la Maratón de New York que dicho sea de paso tuvo que ser suspendida o cancelada como una medida de distanciamiento físico.
Entonces se preguntará ¿Por qué? Por qué en lugar de disminuir los contagios del COVID-19 en algunos Estados han aumentado los nuevos casos de contagiados como California más de 5,000, Texas más de 6,000, Florida más de 9,000, cabe decir todas estas cifras son del día referido y en otros Estados como Arizona donde uno de cada 4 testeados da positivo siendo el triple del promedio nacional, otros como Utah, Nevada y las metrópolis de Dallas, Los Ángeles, esto al parecer es algo incontrolable, brindare algunas razones.
Las marchas de protesta por justicia frente a hechos sociales conocidos llevó a la pérdida de medidas de protección tales como el distanciamiento físico o social, conglomerando a mucha población sin el uso de mascarillas.
El hacinamiento de los grupos hispanos donde viven muchas familias agrupadas, conglomeradas, donde no hay un cuarto aparte para el paciente contagiado, donde hay un solo baño de uso común y sin los conocimientos que deben de bajar la tapa del inodoro por que cuando se jala la palanca se expulsan al aire los virus y que se absorben rápidamente cuando respiramos también juega en contra de la salud.
Los jóvenes ahora son la mayor población contagiada poniendo en peligro a sus abuelos, padres y el grupo familiar, claro está pues muchos salen sin protección llámese barbijos, pañuelos, bufandas, antifaces, camisetas, mascarillas o lo que sea, sin entrar en la polémica sobre si usar o no las mascarillas o si deberían ponérseles una multa o pena de cárcel; todos deberían usar una de ellas cuando estén fuera de su casa.
La necesidad de sobrevivencia de muchos trabajadores esenciales generalmente hispanos los llevó a exponerse al COVID-19 no hay que ser un especialista tan renombrado para reconocer que ello conlleva el riesgo de adquirirlo y transmitirlo a los miembros de la familia ¿Cómo les pedimos y decimos quédate en casa? Eso es un ideal, con qué razón lo justificamos, si hay que pagar la renta entre otros gastos más.
El levantamiento de la cuarentena permitió reencuentros familiares con fiestas incluidas, parrilladas, BBQ, polladas, entre otras actividades sociales como ir a la playa, ir al parque, consumir en los bares y restaurantes e inundar las iglesias sin la debida protección.
Estaba anunciado que un levantamiento prematuro sin las condiciones mínimas podría generar más brotes sumado a las condiciones sociales y políticas del país, lo que ha llevado que once Estados hayan paralizado o retrocedido en sus planes de reapertura y otros tantos están replanteando lo de las fases; hospitales como los de Homestead en Florida se encuentran sin camas para atender a los pacientes, Houston en Texas están a su máxima capacidad y otros colapsaran pronto.
Hay muchas más razones de la que podemos hablar, como que algunos creen que el virus no existe, indudablemente el número real de contagiados se desconoce, sólo se conoce el número de personas que pasan las pruebas es decir son testeados y dan positivo, ellos son el número de contagiados oficialmente, pero ¿y los asintomáticos? ¿y los que no han pasado la prueba?
A mi manera.