Herbert Mujica Rojas

¿A quién le echamos la culpa que Perú sea como es, tierra de nadie, paraíso de las pandillas que arreglan sus diferencias a tiros o con votaciones amañadas y coordinadas con asesores venales? El país es como es, porque hemos permitido, los últimos 202 años que así sea.

 

encrucijada

En nuestro espíritu colectivo (y eso es una licencia ambiciosa), carecemos de un plan que pudiera ser suscrito de igual manera por los que viven en la altiplanicie, en los calores infernales del norte o en la selva lluviosa o en los Andes que sí fueron conquistados por los antepasados.

Estas fracturas hasta hoy sin solución, consagraron una nación incoherente, empeñada a las aventuras de cabecillas nativos que no pocas veces, son maestros en el arte de saquear sus gobiernos locales y practican toda clase de canibalismo contra quien esté al frente.

Frente a una realidad de vivir como animales desperdigados en la jungla de cemento, divorciados de cualquier idea que nos junte en la fraternidad creadora de grandes metas, apelamos a las más variadas interpretaciones. ¡Como si el análisis no fuera más que la epidermis que exhibe los peores defectos!

Tomemos un ejemplo sencillo. Hoy se cumple el primer año de la hasta hoy incomprensible acción del ex presidente Pedro Castillo quien impulsó una especie de golpe de Estado. ¿Qué ocurrió en el lapso transcurrido?: decenas de muertos a balazos, sin justificación y toda clase de abusos desde arriba.

Las fuerzas opositoras carecen, desafortunadamente, del sentido elemental de la altura para la negociación y establecimiento de metas superiores. No hay otra forma de desalojar a los delincuentes de sus puestos actuales. La fuerza militar y policial la tiene la administración de doña Dina, cuya cuota personal, tampoco es desdeñable porque es parte del caos.

Un frente político con ideas nacionales y con capacidad de convencer a una gran mayoría de peruanos desorientados, lograría convertirse en una opción electoral formidable. Para eso hay que demostrar generosidad y, sobre todo, enorme comprensión que la actual “política” es sucia e inconveniente.

Los rostros de los dinosaurios que vemos desde hace más de 30-40 años, sólo transmiten la sensación de elementos voraces, deshonestos, ladrones e ineptos. En todos los niveles: Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, en la burocracia, en las alcaldías, gobiernos regionales, en todas partes.

Unión y juventud representan la esperanza de un grito invicto. ¿De qué otra manera se podría impulsar la renovación nacional?

Un país con diarios, noticieros, revistas en físico y on line, con apego a la información probada y con seriedad, constituye una obligación fundamental en cualquier forja cívica. Aunque se diga poco o se silencie este acápite.

¿Qué hay de los burócratas de siempre, de abuelos a nietos, que han sido los reales soportes de todos los gobiernos? ¡Esos son los que permitieron o aceitaron la maquinaria arrolladora que concesionó o regaló el patrimonio nacional: Petroperú, La Pampilla, Camisea, los puertos, los grifos, las estaciones petroquímicas del norte, la destrucción de la aviación civil y de las empresas aeronáuticas.

¿Quién explica el daño ocasionado por el Memorándum García que concede generosas porciones de quintas libertades a la aerolínea chilena LATAM (antes LanChile) y que denuncié en febrero del 2018 cuando ese señor estaba vivo?

¿Y qué hay de los estudios de abogados, pandillas de letrados, juntos y asociados, otorgando la visa legal para todos los robos, contratos con nombre propio y asfaltando los caminos de avenida para que llegaran al Perú, como si fuera, mercado de las pulgas, las transnacionales que hoy se disputan las obras, con la correspondiente partida para las coimas de los gestores?

¿Quién habla de ellos?, ¿no es acaso conveniente, recordar, los negociados que hacían aquellos y que con el tiempo se llamaron anti-fujimoristas?, ¿no fue la ONG de pomposo nombre y propiedad de la CAJ, Comisión Andina de Juristas, la entidad que hizo pingues negocios con el delincuencial poder judicial de Kenya?

La indecente incapacidad de todo el cuerpo político nacional, no hay diferencia a diestra o siniestra, es de tal magnitud que en tiempos modernos se pretende que comulguemos con aspas de molino y que nos traguemos el cuento que en Fujimori se resume toda la fetidez de aquel decenio.

Si queremos abandonar eso de estar ¡huérfanos de rumbo! es hora de entrar a la acción y hacerlo persuadidos que la batalla la están ganando los cacos. Y que hay que cambiar ese destino a uno limpio y de futuro.

 

07.12.2023
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