Basadre y la peruanidad del siglo XXI
Jorge Manco Zaconetti
Uno de los libros fundamentales que todo peruano bien nacido debe leer es este texto publicado en 1931 pero que sintetiza la obra y vida del joven historiador sanmarquino Jorge Basadre. Es una reflexión sobre el Perú republicano, que lleva como subtítulo “Ensayo de una Síntesis de la Evolución Histórica del Perú” Es más, cuarenta y siete años después (1978) publicó unas reconsideraciones que propiamente es otro libro, donde profundiza, actualiza y revisa algunas tesis, sostenidas en la versión original.
Dicho año expresa una coyuntura internacional crítica con depresión económica en los países de la Europa Occidental y sobre todo del joven capitalismo norteamericano. La caída de los precios agrícolas e industriales, las menores tasas de utilidades, caídas de las inversiones y de la riqueza de los países estimada por el valor de la producción. Producto de la crisis general del capitalismo iniciada con el “crac de la Bolsa de Valores de New York” de setiembre del 1929, se afectó gravemente a los países primario exportadores como el Perú, donde la presencia de capitales norteamericanos a través de la IPC filial de la Standard Oil en el sector petrolero y la Cerro de Pasco Corporation expresaban los intereses del llamado “capital imperialista” de los Estados Unidos.
Es también una coyuntura política de crisis e ingobernabilidad donde con el fin de la dictadura de Augusto B. Leguía en agosto de 1930, se inicia una lucha por el poder, donde se procesan liderazgos caudillescos que el Comandante Luis Sánchez Cerro supo capitalizar, en razón del gran descontento social, el apoyo de la oficialidad de menor rango, y la corrupción generalizada del Oncenio.
Es también el período de la insurgencia de los partidos de masas, críticos de lallamada “República Aristocrática”, que enriquecida con los ingresos del guano desde 1845, se expresó políticamente en el llamado partido Civilista, que al final expresaba los intereses de los grandes terratenientes y agroexportadores con intereses bancarios que al final de cuentas controlaban el naciente Banco Central de Reserva del Perú, donde la fijación del tipo de cambio era de especial importancia para rentabilizar las exportaciones agrícolas y mineras.
Tanto el partido de Víctor Raúl Haya de la Torre, el APRA como el partido fundado por José Carlos Mariátegui el denominado Partido Socialista, que con Eudocio Ravines en 1930 cambiaría a ser el Partido Comunista (PC) ortodoxo adscrito a la III Internacional Comunista de Stalin, donde se expresaban los intereses de las clases trabajadoras, del naciente proletariado, de las masas campesinas y de los sectores medios empobrecidos.
En ese contexto de crisis política que deviene en la dictadura de Sánchez Cerro y a su muerte es sustituido por el general Oscar R. Benavides gobernando hasta 1939 en una integración de los grandes intereses oligárquicos, con una feroz persecución a los dirigentes y miembros del partido aprista y comunista.
PODRIDOS, CONGELADOS E INCENDIADOS
En su libro Jorge Basadre en la parte final señalaba que los tres grandes enemigos de la promesa de la vida peruana eran “los podridos, los congelados, y los incendiados” Los “podridos —escribía— han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio de sus medros”. Es decir, se refiere a la corrupción que corroe las instituciones, al uso y abuso del poder político para el enriquecimiento privado enajenando la riqueza pública, asaltando el presupuesto nacional, promoviendo negocios lesivos a los intereses públicos. Es decir, existe un hilo conductor entre los negociados de los llamados consignatarios del guano de mediados del siglo XIX, que compraban el guano pagando precios ínfimos por el fertilizante por excelencia a nivel mundial, para revenderlo a mejores precios.
Entre los negociados de los consignatarios del guano, estudiado por otro historiador tempranamente desaparecido como Alfonso Quiroz autor de un libro también de lectura obligatoria como es “Historia de la Corrupción en el Perú”. Existe, repito, una línea de continuidad con la corrupción sistemática del gobierno de Fujimori/ Montesinos, que llevado al paroxismo de la corrupción en la crisis política del año 2000 se tuvo que indemnizar al asesor Vladimiro Montesinos a cuenta de los ingresos fiscales por US $ 15 millones de dólares, a pesar que el gran asesor no era funcionario público.
Los “congelados —escribe Basadre— se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe” Evidentemente se está refiriendo a la vieja y nueva oligarquía, a los llamados grupos de poder que muy bien han estudiado Carlos Malpica, Eduardo Anaya y sobre todo el recientemente fallecido investigador Paco Durand, cuyos libros son fundamentales para entender el enriquecimiento a costa de la política de hacer negocios con el estado.
En tercer lugar, “los incendiados se queman sin iluminar, se agitan sin construir “ Desde nuestro punto de vista ello calza con el pensamiento de los radicales extremistas, como Sendero Luminoso y MRTA que iniciaron una sangrienta lucha armada, contra el estado peruano a inicios de 1980, período que termina con el gobierno de los militares, en especial del “felón de Morales Bermúdez”, calificativo que el propio Jorge Basadre sostiene a la traición de dicho generalcontra el régimen progresista de Velasco Alvarado.
Por último, señala el historiador tacneño” Los podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca, los congelados lo ven como un páramo; y los incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surga una gigantesca.
Toda la clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse
en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos” (Pág. 415).
El desafío de los peruanos en la presente coyuntura internacional marcada por la crisis de la hegemonía norteamericana, y la rivalidad con la China Popular de esencia comunista pero de práctica capitalista, con fuertes inversiones en el Perú en los sectores mineros, petroleros y de la energía, es el aprovechamiento de esta coyuntura crítica con independencia salvaguardando los intereses
nacionales.
Se proyecta para fines de la presente década por diversas razones que van hacia energías limpias (solar y eólica) intensivas en cobre, hasta las guerras focalizadas que se extenderán por la lucha de los mercados y el control de minerales estratégicos. En este contexto se prevé altos precios del cobre que estudios de consultoras internacionales estiman al doble de los precios vigentes ahora (US $ 3 por libra), y del oro que debe superar los US $ 2,000 la onza.
Que la presente coyuntura mundial no sea otra “oportunidad perdida” en términos de Jorge Basadre, y aprovechemos los altos precios de los productos mineros, fomentando con responsabilidad social, ambiental y tributaria, las inversiones en general y mineras en particular. ¡Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos!
Diario Uno, 10.02.2024
