Entre lo deseable y lo posible en materia de seguridad ciudadana

Por César Ortiz Anderson


La violencia y el delito no dan tregua, hoy vivimos un espiral de estos fenómenos que azotan a las distintas ciudades de Latinoamérica, hay que tomar en cuenta que diversos estudios, señalan que en las tres ultimas décadas, Latinoamérica es la región con mas índice de criminalidad en el mundo y los costos sociales y económicos son demasiados altos, según el BID, el promedio Regional por inseguridad en el año 2005 llegaba al 4.9% del PBI.


Por ello la seguridad ciudadana es hoy una emergencia social de carácter prioritario, que debe estar presente en la agenda de todos los gobiernos, en mi opinión no estamos haciendo una correcta lectura de la problemática, hay una crisis de la que poco hablamos pero que tiene que ver directamente con el aumento de ambos fenómenos, es la crisis de valores que esta generando marginalidad, desigualdad, alcoholismo y drogadicción, pobreza, perdida de identidad, violencia familiar, una marcada desconfianza en todo y en todos, por todo estos factores la convivencia pacifica en una sociedad se encuentra amenazada, y la pregunta sigue sin respuesta ¿Como podemos contrarrestar hoy la violencia y el delito?

Esto va mas allá  del puro tratamiento de represión, cuando se va imponiendo en forma gradual las conductas violentas, se da un resquebrajamiento entre los individuos y el respeto de las normas y leyes, al quebrarse las normas se generan contravenciones y faltas, al no respetar las leyes se abren las puertas para las conductas violentas y los delitos, por ejemplo la extrema violencia que viven hoy México y Brasil producto del Narcotráfico  o El Salvador con su problema de pandillaje con las Maras, son un ejemplo del desborde de la seguridad, pero en la mayoría del resto de países se ha incrementado la violencia en los últimos años, lo que estamos es viviendo a nivel mundial un significativo aumento de la ruptura de la convivencia social pacifica, la percepción de inseguridad en la sociedad hoy es muy alta y esta presente en todos los sectores sociales, paradojimante los pobres son los mas afectados
 
Tenemos que seguir ciertas normas de conductas si nuestras comunidades aspiran lograr un espacio social de armonía que permitan un desarrollo de nuestras actividades personales y colectivas, así como en lo económico, cultural y social, la seguridad ciudadana tiene que estar presente, no solo como concepto, sino como una respuesta integral del Estado y de la misma sociedad, la propuesta de erradicar el delito se ha convertido en una mentira política, hoy debemos preguntar a los responsables el  Que?, Como?, Cuando y Cuanto costara reducir las cifras de violencia y delito que hoy  vivimos, queda claro que para reducir las actuales cifras se tienen que hacer un trabajo integral y articulado entre los principales eslabones de seguridad del Estado, Policía, Fiscalia, Poder Judicial y Sistema Penitenciario.
Estos fenómenos amenazan el bienestar humano, impidiendo un adecuado desarrollo social, la seguridad es un factor clave y determinante para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y el pleno aseguramiento de sus derechos.

Finalmente es poco lo posible y mucho lo deseable en materia de seguridad, pero mientras ello se soluciona recomienda a la población en general asumir una actitud, una cultura de seguridad preventiva, de acuerdo a su riesgo, hoy los ciudadanos debemos seguir una serie de normas y recomendaciones, no debemos enfrentar el delito sino evitarlo.

*Presidente de Aprosec
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