Las moscas sobre el cadáver de PPK
Por Hernán de la Cruz Enciso (*)
PPK es el presidente sin nadie. No tiene una estructura política nacional, una bancada sólida en el Congreso, operadores políticos que le ayuden a capear los temporales, ni el carácter suficiente para darle un palmazo en el trasero al dueño del Congreso, el fujimorismo. Por sus tantos flancos débiles, cuando llegó a Palacio solo le quedaba escoger un camino entre dos: o aliarse con la calle, o arrimarse al fujimorismo. Prefirió lo segundo y se repartieron la administración del Estado. Fujimori controla la SUNAT, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría y comparte con PPK la dirección del Banco Central de Reserva.