Sin lugar a dudas es criticable el hecho de que el ministro de Salud haya promocionado la venta del “agua arracimada”, sin embargo, no es correcto acusarlo de hacerse pasar por ginecólogo pues es práctica generalizada en localidades donde no hay gineco-obstetras o los hay en número escaso, que los médicos generales atiendan a mujeres que lo requieran.

 

Hernan Condori Machado