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Cuando la política atropella las decisiones técnicas

Por César Santisteban

La reciente y repentina adquisición por parte del gobierno de Venezuela de un satélite de observación terrestre denominado VNSS-1 no es una novedad, pues en algún momento el presidente Hugo Chávez lo anuncio el 2010. Si bien es cierto se sabía que esto ocurriría, nadie en la región se imagino que fuese algo tan repentino, sin ningún anuncio, proceso de selección o evaluación previa de por medio, y más aun que al final se decidiese por tecnología China, cuando sabemos que la compañía China Great Wall Industries venía de fracasar en Nigeria con el fallido lanzamiento del satélite de comunicaciones NigComSat-1 (actualmente están construyendo su reemplazo), y de las serias dudas que hay actualmente y desde el inicio de sus operaciones, sobre el satélite de comunicaciones construido también por Great Wall Industries, el satélite venezolano Bolivar-1, el cual está en órbita desde hace 3 años y del que se sabe muy poco, más allá de las 2,800 antenas de comunicación desplegadas en territorio venezolano, que poco dicen del costo beneficio de este proyecto que le ha costado a Venezuela nada menos que US. 406 millones de dólares.

Según las informaciones disponibles, el nuevo satélite de observación terrestre está basado en la plataforma china CAST-2000, la cual ya ha sido empleada para satélites chinos de resolución media como los oceanográficos OceanSat 1A/1B y de desastres naturales Huanjing-A/B, esta plataforma pesa 400 kg, tiene una vida útil de 3 años y sus carga útil, en este caso sensores de resolución media, captan información con un nivel de detalle que va de 3 a 100 m. de resolución.

El satélite venezolano denominado VNSS-1 tendría una resolución espacial máxima de 3 m, (tamaño del pixel) y una vida útil de tan solo 3 años y cerca de una tonelada de peso (1,000 kg), a un costo de US. 140' millones de dólares, es decir unos  US. 47.6’ millones de dólares anuales.

Según diversas fuentes, el reciente proyecto chileno SSOT y su plataforma satelital Astrosat-100 de EADS de 140 kg, tiene una resolución espacial de 1.5 m, en modo pancromático y 4.5 m. en multiespectral, con 10 km de ancho de barrido y 5 años de vida útil, el cual ha costado finalmente US. 92'millones de dólares, lo que nos da un costo anual de US. 18.4’ millones de dólares anuales.

También podemos comentar el proyecto entre la empresa británica Surrey Satellite Technology Limited-SSTL con el gobierno de Nigeria, mediante el cual SSTL está implementando en Nigeria un sistema satelital compuesto por un primer satélite multipropósito de alta resolución, el NigeriaSat-2 de 300 kgs, el cual tiene 2 sistemas sensores, uno de alta resolución con 2.5 m. de resolución en pancromático y 5 m. en multiespectral con 20 Km de ancho de barrido, y  otro sistema sensor con 32 m. de resolución espacial en modo multiespectral y 300 Km de barrido, adicionalmente a ello, un programa integral de transferencia tecnológica que incluye 24 ingenieros nigerianos capacitándose y construyendo además un segundo satélite, el NigeriaSat-Nx de 100 Kg, con un sensor de 32 m. de resolución espacial y 600 Km de ancho de barrido en el Reino Unido, una estación terrena de control de misión, lanzamiento y seguros. Todo el proyecto tiene una vida útil de 7 años, y tiene un costo aproximado de US. 60’ millones de dólares, es decir, unos US. 8.5’ millones de dólares anuales.

Con estos antecedentes, además de ser satélites desarrollados con lo ultimo del estado tecnológico en Europa, podemos situar al satélite venezolano VNSS-1, como uno de los más costos del mundo para su tipo… un ejemplo clarísimo de los resultados que se tiene cuando la política se inmiscuye en temas técnicos… menor calidad a mayor precio, cosas de políticos.

La Plataforma CAST-2000

Para aclarar mas la idea sobre las capacidades de la plataforma  CAST-2000 y el satélite VNSS-1.
Un satélite de alta resolución debe contar con una plataforma especial de gran precisión de enfoque y un sistema óptico mucha calidad, el cual le permita lograr enfocar con gran precisión y sin vibraciones, un área de barrido muy de pequeña de por ejemplo 10 Km de la tierra y generar un pixel de 1.5 mts. Esta operación es muy diferente a enfocar un continente completo para fines meteorológicos u oceanográficos con resoluciones de pixel bajas que pueden ser de 1 km a 100 m., en resumen, una misma plataforma satelital diseñada para obtener imágenes de baja resolución, no puede ser empelada para tomar imágenes de alta resolución, es como querer usar unos prismáticos como si fueran un microscopio, que equivaldría a tener una mala calidad óptica y con una base descalibrada y de poca estabilidad.

Es pues esta decisión venezolana, una decisión que va contra toda lógica, pagar US. 140 millones de dólares por un satélite de tan solo 3 m. de resolución (la plataforma CAST-2000 no puede ofrecer mayor detalle) y con solo 3 años de vida útil, termina siendo totalmente irracional.

Detalles de la plataforma en: http://www.cgwic.com/In-OrbitDelivery/RemoteSensingSatellite/CAST2000.html

(*) Tomemos este como un EMBLEMATICO EJEMPLO DE LO QUE NO SE DEBE HACER en un país cuando se toman decisiones técnicas.

(**) Escribimos esta nota a propósito también de la —desde nuestra humilde opinión— desacertada decisión de Bolivia de comprar un satélite de comunicaciones por más de US. 300’millones de dólares a la empresa China Great Wall Industries, la cual viene recuperándose de un reciente fracaso con el fallido lanzamiento del satélite de comunicaciones NigComSat-1 de Nigeria, y de las serias dudas que hay actualmente sobre la real operatividad el satélite venezolano Bolivar-1… ¿Quién compra en su sano juicio compra a un mismo proveedor con experiencias así???.... Un claro caso más de intromisión política en las decisiones técnicas de un país. Estemos alertas  para que algo si no ocurra en Perú.

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