El sonido es canalizado por el cristal sónico |
Los doctores Daniel Torrent y José Sánchez-Dehesa, de la Universidad Politécnica de Valencia, España, han realizado simulaciones que comprueban la viabilidad de desarrollar capas de silencio.
Los investigadores han probado exitosamente que se puede diseñar materiales especiales (metamateriales) para producir una coraza acústica, que haga que las ondas sonoras fluyan alrededor de un objeto.
El trabajo ha sido publicado en el New Journal of Physics, y se inspira en recientes investigaciones que buscan crean una coraza de invisibilidad, cuya matemática ya era conocida, pero no la clase de materiales que deben emplearse.
El equipo explicó que el desarrollo se apoya en los llamados metamateriales, los cuales a veces son diseñados desde su composición más pequeña, es decir, los átomos.
Según los expertos valencianos, los resultados han sido muy alentadores y demuestran que para que una coraza sea óptima debe tener alrededor de 200 capas que alternen dos metamateriales hechos de cristal sónico, es decir, consiste en distribuciones regulares de dispersadores de sonido, como cilindros sólidos o esferas. El sonido sería desviado como se desviaría una corriente de agua alrededor de un objeto.
El grosor de las capas depende de las frecuencias de sonido con las que se quiera trabajar, pero la tecnología actual permite emplear cada vez materiales más delgados, explicó el doctor Sánchez-Dehesa, quien espera poner en práctica sus ideas en un año, lo que confirmaría las simulaciones realizadas y añadió que la elaboración de los metamateriales no es una quimera, por el contrario, considera fácil emprender su construcción.
Uno de los usos de estos materiales sería en naves de guerra, con la esperanza de evitar a los radares de sonar, que captan en sonido, pero la capa sónica evitaría que el sonido salga hasta el alcance de los sonares. También sería útil en discotecas o locales de concierto, para evitar que el sonido salga a la vecindad.