La sonda espacial Rosetta abrió sus compuertas y por primera vez en la historia dejó caer suavemente el vehículo robótico Philae sobre el núcleo helado del cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko Alrededor de las seis de este el contacto con la superficie del cometa se produjo siete horas después, a las 15:34 UTC del 12 de noviembre.

Rosetta cometa 57P

La sonda Philae se separó de Rosetta, en órbita del cometa y comenzó a recorrer los últimos 22,5 kilómetros hasta el cometa, donde aterrizó poco después de las 13.

Es la primera vez que un artefacto humano se posa sobre un cometa en órbita, trabajo realizado por la Agencia Espacial Europea (ESA).

La Philae tomará fotos en primer plano de la superficie del cometa, analizará sus gases y su estructura interna y continuará en su aproximación al Sol y documentará sus transformaciones.
 
Rosetta comenzó su viaje hace diez años en la base terrena de Kourou, en la Guayana francesa, y viajó 6400 millones de kilómetros por el espacio en varias órbitas elípticas y utilizó la gravedad terrestre y marciana como acelerador que la propulsó más allá del cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter, a más de cinco veces la distancia que existe entre la Tierra y el Sol.

Las señales de la nave tardan 22 minutos en llegar a la Tierra, si todo continúa bien, pues por la pequeñez del cometa no hay gravedad y la sonda podría perder adherencia y ser despedida al espacio.

La sonda Philae está preparada para posarse sobre una superficie que no tenga más de 30 grados de inclinación.