El análisis de una roca de un meteorito ha dejado sorprendidos a los científicos, pues su estructura la definen como de “simetría prohibida”.
El objeto procede de un meteorito de 4,500 millones de años de antigüedad, es decir, es tan viejo que data de la formación del sistema solar, el cual fue hallado en el noreste de Rusia
La roca contiene una estructura misteriosa para ser un cristal, debido al orden irregular de sus átomos, por lo cual sería un cuasicristal irregular, según explican investigadores de la Universidad de Princeton y la Universidad de Florencia en un artículo publicado en la revista Scientific Reports.
Los cristales y los cuasicristales se diferencian por su estructura. Por ejemplo, si tenemos un suelo cubierto con azulejos hexagonales (cristales regulares) y otro con azulejos de cinco o diez lados (cuasicristales), que causarán brechas. En el primer ejemplo, los azulejos (átomos) se colocan juntos de manera ordenada; en el segundo caso el resultado es una estructura desordenada o “simetría prohibida” en la ciencia.
En el meteorito estudiado, el cuasicristal iene diez caras, es decir es icosaedro, y está compuesto de aluminio, níquel y hierro, elementos que no suelen encontrarse juntos, evidencian bastante dureza, poca fricción y no conducen bien el calor, por lo cual el materia podría ser útil como protector de aeronaves, por ejemplo.
Este es el segundo cuasicristal natural descubierto y todavía no ha sido bautizado. El primero fue hallado en 2009 en Siberia, Rusia. Entonces se creía que las estructuras eran demasiado frágiles para poder haberse formado a través de procesos naturales, por lo cual su formación hasta ahora es un misterio.
Los cuasicristales pudieron ser creados en laboratorio, pero no se creía posible su existencia de forma natural, por lo cual los investigadores tratan de resolver el enigma de su formación. Foto: Paul Steinhardt / Princeton University