Científicos extranjeros no la creían posible
Crear una vela solar eléctrica, nuevas fuentes de luz y potentes baterías electroquímicas... todo esto y mucho más será posible gracias a una teoría que científicos rusos propusieron hace 17 años y que recientemente se ha confirmado mediante experimentos.
La teoría de los investigadores rusos, encabezados por el destacado físico Alexánder Obraztsov, describe un mecanismo físico que explica la alta eficiencia de emisión de electrones en los materiales nanoestructurados basados en grafeno, informa el portal gazeta.ru.
Los científicos crearon películas de nanografito, que abren la puerta a proyectos tan variados como el desarrollo de una vela eléctrica solar con la que las naves y sondas espaciales podrán navegar por el espacio, así como avanzadas fuentes de luz, nuevos dispositivos optoelectrónicos y fotónicos, entre otros.
Además de las fuentes de electrones, estas películas también pueden ser utilizadas en el desarrollo de avanzados supercondensadores electroquímicos y baterías de alta capacidad.
Durante 17 años nuestra hipótesis fue sometida a críticas injustificadas
La primera vez que los investigadores lograron obtener estas películas fue en 1998, y desde entonces han ido mejorando sus características de emisión.
De acuerdo con Alexánder Obraztsov, las películas de nanografito y los cátodos de emisión por efecto de campo basados en ellas tienen un rendimiento y unas capacidades sin precedentes.
Sin embargo, según gazeta.ru, durante mucho tiempo los científicos extranjeros no creyeron en la teoría de sus homólogos rusos.
"Durante 17 años nuestra hipótesis fue sometida a críticas injustificadas. Ahora la hemos demostrado con datos objetivos, por lo que estamos muy felices", apuntó al respecto Obraztsov.
Los científicos tienen la intención de seguir trabajando para obtener nuevos conocimientos fundamentales, y también para encontrarles una aplicación práctica. Una condición importante para ello, según Obraztsov, es la cooperación activa con los centros de investigación y las empresas nacionales y extranjeras.
"Por desgracia, en los últimos años se ha complicado la cooperación internacional", lamentó el científico, agregando que a sus homólogos europeos les "aconsejan" no colaborar con los científicos rusos.
"No son sanciones, pero no es muy agradable. No queremos que la cooperación científica sufra a causa de la situación política", concluyó el físico. Gráfico: electric-sailing.com / Antigravite / Szames
Russia Today, 31.08.2015