Rosa Bronstein
17 mar (Sputnik).- Fragmentos de pergaminos de la Biblia, la cesta de mimbre más antigua y un niño momificado de hace 6.000 años, estánentre los increíbles hallazgos en una cueva del mar Muerto.
Conocida como Cueva del Horror, pues se han encontrado más de 40 esqueletos en el pasado, el sitio está en el desierto de Judea, con el acceso flanqueado por desfiladeros, de modo que solo se puede alcanzar haciendo rappel por la montaña.
Allí es donde un equipo de investigadores ha encontrado partes de los libros bíblicos de Nahum y Zacarías, datados de hace dos milenios; la cesta de mimbre más antigua, que no tiene nada que envidiar a las de Ikea; un niño momificado de hace unos seis milenios y monedas de la revuelta del héroe judío Bar Kojbá.
El hallazgo de los pergaminos no tiene parangón en los últimos 60 años, según los expertos. Se trata de traducciones al griego de los libros de Zacarías y Nahum del Libro de los Doce profetas menores, y están escritos con dos letras manuscritas diferentes. Solo el nombre de Dios está en paleo hebreo, como el utilizado en los tiempos del primer templo de Jerusalén.
Los fragmentos son parte de un pergamino más grande encontrado en la misma cueva en los años 50, según el comunicado de prensa de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Además, para su sorpresa, los arqueólogos encontraron una cesta de mimbre que dataron en unos 10.500 años, que se ha convertido en la cesta más antigua del mundo. Además, el enorme receptáculo, preparado para almacenar unos 90 o 100 litros, es unos 1000 años más antiguo que los primeros objetos de alfarería jamás encontrados.
Por el clima de la zona, la gran cesta tejida con un material proveniente de plantas ha sido preservada entera e intacta. Pero como fue descubierta vacía "solo investigaciones futuras de una pequeña cantidad de tierra en su interior nos ayudarán a descubrir para qué se usaba", dice el comunicado.
NIÑO MOMIFICADO
El descubrimiento del esqueleto de un niño momificado hace unos 6000 años, envuelto en una manta, y que ahora está siendo estudiado, indica que el pequeño tenía entre 6 y 12 años. Después de mover dos piedras planas, el equipo descubrió una oquedad cavada entre las piedras que albergaba el esqueleto, colocado en posición fetal y cubierto con una tela alrededor de la cabeza y pecho.
Los arqueólogos creen que quien enterró al niño lo envolvió y puso las puntas de la tela bajo su cuerpo, tal y como un padre o madre cubre a su hijo, además, encontraron un atado de tela entre sus manos.
Por las condiciones climáticas de la cueva, el niño se momificó.
Además, algunas de las cuevas de la zona ofrecieron refugio a rebeldes judíos que escaparon al final de la Revuelta de Bar Kojbá contra el imperio romano, entre los años 132 y 136 después de Cristo. Probablemente por eso se halló un botín de monedas con los símbolos de los rebeldes, como el harpa, el dátil y la palma, cabezas de flecha y de lanza, piezas de tela, sandalias y peines contra piojos. Lo que según los arqueólogos ejemplifica los objetos que llevaban consigo los judíos prófugos de la época.
LLEGAR ANTES QUE LOS SAQUEADORES
Desde el año 2017, la AAI ha desplegado una operación de rescate de artefactos antiguos de las cuevas del desierto de Judea del saqueo desenfrenado que sufre la zona desde el muy cacareado y lucrativo descubrimiento de los rollos del mar Muerto por parte de unos pastores beduinos hace unos 70 años.
El director de la AAI, Israel Hasson, alabó la labor del equipo del desierto, por el peligro que supone este tipo de exploración en las alturas y con un polvo asfixiante, y la tarea de encontrar y guardar estos "regalos de valor inconmensurable para la humanidad".
"Los recién descubiertos fragmentos son una llamada de atención al Estado. Se deben poner recursos a disposición de esta importante operación histórica. Debemos asegurarnos de recuperar todos los datos que aún no han sido descubiertos en las cuevas antes de que lo hagan los ladrones", advirtió.
La AAI espera que, con el presupuesto adecuado, otras 20 cuevas prometedoras podrán ser excavadas en la siguiente fase de la operación.
Más o menos la mitad del desierto de Judea, incluyendo el lugar donde se encontraron la mayoría de los rollos de Qumran, está en Cisjordania, más allá de la línea verde.
"Durante años hemos perseguido a los saqueadores", señaló en el comunicado el director de la unidad de la AAI de prevención de robo, Amir Ganor. "Pero ahora hemos decidido adelantarnos a los ladrones e intentar llegar a los artefactos antes de que se los lleven de los suelos y las cuevas".
Hasta ahora unas 500 cuevas han sido vigiladas por equipos de arqueólogos de la AAI, usando drones y instrumentos de rappel y escalada, y tanto los arqueólogos como voluntarios especializados han entrado a cuevas que ningún ser humano había pisado durante milenios. (Sputnik)