El creciente volumen de chatarra orbital pone en riesgo las misiones tripuladas, alertó el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher.
''La generación intencionada de chatarra espacial hace peligrar de una manera significativa e irresponsable los cruciales servicios espaciales de los que Europa y el mundo dependen para salvar vidas y proporcionar servicios fundamentales para nuestro bienestar presente y futuro", advirtió Aschbacher, sin mencionar explícitamente a Rusia que destruyó uno de sus satélites inoperativos durante la prueba de un nuevo misil efectuada el lunes.
En una declaración publicada este miércoles, Aschbacher calificó de "inaceptables" los riesgos que la creciente cantidad de basura espacial genera para los astronautas de la ESA y sus colegas de otros países, e instó a garantizar la sostenibilidad a largo plazo del espacio extraterrestre.
El 15 de noviembre, los tripulantes que trabajan a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) tuvieron que cerrar más de una vez las escotillas entre los módulos y resguardarse en sus respectivas naves ante la aproximación de piezas potencialmente peligrosas de chatarra espacial.
El Departamento de Estado norteamericano acusó a Rusia de destruir con un misil su antiguo satélite inoperativo Cosmos-1408, lo que generó más de 1.500 fragmentos rastreables y cientos de miles de piezas más pequeñas.
El Ministerio de Defensa ruso reconoció al día siguiente haber derribado durante un ensayo exitoso un satélite de la serie Tselina-D cuyos fragmentos, aseguró, "no representan ni representarán amenaza alguna para las estaciones orbitales, aparatos espaciales y la actividad espacial".
El ente castrense recordó que Rusia lleva varios años proponiendo a EE. UU. y otros países a firmar un acuerdo para prevenir el emplazamiento de armas en el espacio, pero Washington y sus aliados lo siguen bloqueando.
Con información de Sputnik