Ciencia y Tecnología: por las patas de los caballos
Por Humberto Campodónico
Todos sabemos que el siglo XXI tendrá como eje el paso hacia la sociedad de la información y el conocimiento. Hasta hace algunos años se decía que ya habíamos entrado a la era de la sociedad postindustrial y que las viejas fábricas con chimeneas habían quedado atrás.
Por Humberto Campodónico
Todos sabemos que el siglo XXI tendrá como eje el paso hacia la sociedad de la información y el conocimiento. Hasta hace algunos años se decía que ya habíamos entrado a la era de la sociedad postindustrial y que las viejas fábricas con chimeneas habían quedado atrás.
Sin embargo, la crisis global del 2009 nos dice claramente que —a pesar de las innovaciones tecnológicas, algunas de las cuales se llevaron al campo financiero— la sociedad postindustrial está aún en la adolescencia y que habrá una larga época de convivencia con las tecnologías del siglo XX.
Dicho esto, el informe “El Estado de la Ciencia” (1) nos dice que la inversión mundial en Investigación y Desarrollo (I&D) en el 2006 continuó siendo liderada por América del Norte (EEUU y Canadá) con el 39% del total, seguidos de Europa y Asia, con el 30.5 y el 26.8%. América Latina y el Caribe están muy rezagados con el 1.9% del PBI, viniendo detrás nuestro Oceanía y África (1.4 y 0.3%). Lo notable es que China, India, Brasil, Rusia y Australia han aumentado fuertemente su inversión en I&D, acortando distancias con los países industrializados (PI).
Analizada por países, Japón lidera la inversión en I&D con el 3.39% de su PBI, seguido de EEUU y Canadá (ver gráfico). En América Latina y el Caribe el líder —y el único en superar el 1% del PBI— es Brasil con el 1.02%, seguido de Chile. El promedio de la Región es 0.63%, pero esa cifra está distorsionada por Brasil (50% del total.) Perú solo invirtió el 0.18% de su PBI en el 2006. Dice la RICYT que uno de nuestros rasgos característicos es “el relativamente bajo nivel de la inversión privada (30 a 40% del total, cuando en los PI supera el 60%), lo que constituye una dificultad para el proceso de transferencia de conocimiento hacia la producción y da cuenta de un comportamiento escasamente innovador por parte de las empresas”.
Este bajo nivel de la inversión privada tiene su correlato en que “casi el 40% de la I&D en la Región se da en las universidades”. Al leer esta información, pensamos, ¿será ese el caso en el Perú con el exiguo presupuesto de las universidades nacionales que, sin embargo, realizan una mayor actividad de I&D que las universidades privadas?
El propio Informe aclara la duda. Dice que “al analizar la cantidad de investigadores y tecnólogos en la Región (que ascienden a 234,661 con equivalencia a jornada completa) se encuentra que 4 países concentran el 90% de esta población altamente calificada, aunque algunos pequeños países, como Cuba, tienen un número alto de investigadores y tecnólogos con relación a su población”. Estos cuatros países son Brasil (50.4%), México (21%). Argentina (14.9%) y Chile (6.8%), lo que da un total de 93.1%, correspondiéndoles a 6.9% restante a todos los demás países de la Región.
Hay muchos más elementos importantes en este informe, por ejemplo la cantidad de egresados de la educación superior, maestrías, doctorados y, a partir de ello, de la elaboración de patentes e innovaciones en cada uno de los países. En cada uno de ellos, para el caso peruano, se evidencia el escaso apoyo gubernamental al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, así como a las universidades nacionales, cuyos docentes están en huelga por esos motivos. Claro, si a este gobierno solo le interesa proseguir con el modelo primario exportador. Así no es el Siglo XXI, señores.
(1) Verlo en el portal de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (RICYT), www.ricyt.org.
Dicho esto, el informe “El Estado de la Ciencia” (1) nos dice que la inversión mundial en Investigación y Desarrollo (I&D) en el 2006 continuó siendo liderada por América del Norte (EEUU y Canadá) con el 39% del total, seguidos de Europa y Asia, con el 30.5 y el 26.8%. América Latina y el Caribe están muy rezagados con el 1.9% del PBI, viniendo detrás nuestro Oceanía y África (1.4 y 0.3%). Lo notable es que China, India, Brasil, Rusia y Australia han aumentado fuertemente su inversión en I&D, acortando distancias con los países industrializados (PI).
Analizada por países, Japón lidera la inversión en I&D con el 3.39% de su PBI, seguido de EEUU y Canadá (ver gráfico). En América Latina y el Caribe el líder —y el único en superar el 1% del PBI— es Brasil con el 1.02%, seguido de Chile. El promedio de la Región es 0.63%, pero esa cifra está distorsionada por Brasil (50% del total.) Perú solo invirtió el 0.18% de su PBI en el 2006. Dice la RICYT que uno de nuestros rasgos característicos es “el relativamente bajo nivel de la inversión privada (30 a 40% del total, cuando en los PI supera el 60%), lo que constituye una dificultad para el proceso de transferencia de conocimiento hacia la producción y da cuenta de un comportamiento escasamente innovador por parte de las empresas”.
Este bajo nivel de la inversión privada tiene su correlato en que “casi el 40% de la I&D en la Región se da en las universidades”. Al leer esta información, pensamos, ¿será ese el caso en el Perú con el exiguo presupuesto de las universidades nacionales que, sin embargo, realizan una mayor actividad de I&D que las universidades privadas?
El propio Informe aclara la duda. Dice que “al analizar la cantidad de investigadores y tecnólogos en la Región (que ascienden a 234,661 con equivalencia a jornada completa) se encuentra que 4 países concentran el 90% de esta población altamente calificada, aunque algunos pequeños países, como Cuba, tienen un número alto de investigadores y tecnólogos con relación a su población”. Estos cuatros países son Brasil (50.4%), México (21%). Argentina (14.9%) y Chile (6.8%), lo que da un total de 93.1%, correspondiéndoles a 6.9% restante a todos los demás países de la Región.
Hay muchos más elementos importantes en este informe, por ejemplo la cantidad de egresados de la educación superior, maestrías, doctorados y, a partir de ello, de la elaboración de patentes e innovaciones en cada uno de los países. En cada uno de ellos, para el caso peruano, se evidencia el escaso apoyo gubernamental al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, así como a las universidades nacionales, cuyos docentes están en huelga por esos motivos. Claro, si a este gobierno solo le interesa proseguir con el modelo primario exportador. Así no es el Siglo XXI, señores.
(1) Verlo en el portal de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (RICYT), www.ricyt.org.