Misterioso hexágono en el polo norte de Saturno
Una de las noticias más intrigantes de la astronomía de este mes es la revelación de la misteriosa formación hexagonal en el polo norte de Saturno, hecho que la sonda espacial Cassini pudo captar tras esperar 30 años que el Sol ilumine esa parte de ese planeta al término de su invierno.
El hexágono es del doble del tamaño de la Tierra, muestra también círculos concéntricos y otras formas caprichosas que rodean al inmenso y negro hexágono.
Una de las noticias más intrigantes de la astronomía de este mes es la revelación de la misteriosa formación hexagonal en el polo norte de Saturno, hecho que la sonda espacial Cassini pudo captar tras esperar 30 años que el Sol ilumine esa parte de ese planeta al término de su invierno.
El hexágono es del doble del tamaño de la Tierra, muestra también círculos concéntricos y otras formas caprichosas que rodean al inmenso y negro hexágono.
El hexágono es del doble del tamaño de la Tierra, muestra también círculos concéntricos y otras formas caprichosas que rodean al inmenso y negro hexágono.
Esta formación comprende una corriente de un chorro que fluye en este polo norte, pero todavía no se comprende su naturaleza, pues los científicos no entienden de dónde succiona y expele su energía.
Hace 30 años que la sonda Voyager captó este hexágono, pero las imágenes de la sonda Cassini presentan mucho mayor nitidez. Sorprende a los estudiosos que esta forma se mantenga en este tiempo, lo cual convierte a este fenómeno en un tan misterioso como la longeva y célebre Gran Mancha Roja de Júpiter.
La Cassini, sonda que se lanzó mediante un proyecto de colaboración entre la NASA, la Agencia Europea del Espacio y la Agencia Italiana del Espacio, se encuentra observando a Saturno y sus lunas desde el 2004 y esta es una de las tomas más espectaculares de su largo viaje, junto con los géiseres de su luna Enceladus.
La formación hexagonal está ubicada a unos 77 grados de latitud norte y se cree que la potencia que impulsa a los chorros los hace fluir a unos 354 kilómetros por hora.
Los estudios del hexágono se están realizando con espectrómetros infrarrojos. A la sonda se la programará para realizar tomas más cercanas con foco especial en las ondas que irradian de las esquinas del hexágono, donde los chorros experimentan duras desviaciones. También se analizará la estructura de paredes múltiples en la cima de las capas de nubes de cada uno de los seis lados del hexágono.
Un punto que intriga a los astrónomos es la gran mancha negra, porque comparando con una toma infrarroja anterior de la Cassini se ha producido un cambio a la posición de las 2 horas del reloj.
Esta formación comprende una corriente de un chorro que fluye en este polo norte, pero todavía no se comprende su naturaleza, pues los científicos no entienden de dónde succiona y expele su energía.
Hace 30 años que la sonda Voyager captó este hexágono, pero las imágenes de la sonda Cassini presentan mucho mayor nitidez. Sorprende a los estudiosos que esta forma se mantenga en este tiempo, lo cual convierte a este fenómeno en un tan misterioso como la longeva y célebre Gran Mancha Roja de Júpiter.
La Cassini, sonda que se lanzó mediante un proyecto de colaboración entre la NASA, la Agencia Europea del Espacio y la Agencia Italiana del Espacio, se encuentra observando a Saturno y sus lunas desde el 2004 y esta es una de las tomas más espectaculares de su largo viaje, junto con los géiseres de su luna Enceladus.
La formación hexagonal está ubicada a unos 77 grados de latitud norte y se cree que la potencia que impulsa a los chorros los hace fluir a unos 354 kilómetros por hora.
Los estudios del hexágono se están realizando con espectrómetros infrarrojos. A la sonda se la programará para realizar tomas más cercanas con foco especial en las ondas que irradian de las esquinas del hexágono, donde los chorros experimentan duras desviaciones. También se analizará la estructura de paredes múltiples en la cima de las capas de nubes de cada uno de los seis lados del hexágono.
Un punto que intriga a los astrónomos es la gran mancha negra, porque comparando con una toma infrarroja anterior de la Cassini se ha producido un cambio a la posición de las 2 horas del reloj.