Pacientes diabéticos no deben tomar aspirina para prevenir males cardiacos

Recientes estudios hallaron efectos benéficos de la aspirina para prevenir males cardiacos, derrames cerebrales e incluso la osteoporosis, pero un nuevo trabajo advierte a los pacientes diabéticos evitar su consumo habitual.


El estudio, publicado en el la revista British Medical Journal de ayer, mostró que la aspirina no tuvo resultados benéficos en 1300 pacientes, pero reconocieron que los grupos de alto riesgo sí necesitan esta pastilla.

En los pacientes con antecedentes de haber sufrido un ataque al corazón o un derrame cerebral, o a quienes se diagnosticó males coronarios, se evidenció que la aspirina redujo el riesgo de estos males en un 25%.

A personas que no han padecido los males mencionados, pero que están en mayor riesgo, como los pacientes diabéticos, quienes en un 80% mueren por estas causas, se les suele recomendar una dosis diaria de aspirina de forma “preventiva” (hasta antes de este estudio).

El equipo liderado por la profesora Jill Belch, del Institute of Cardiovascular Research de la Universidad de Dundee, quien investigó con otras instituciones británicas, determinó que en los pacientes con diabetes de los tipos 1 y 2, mayores de 40 años y que no presentan síntomas de males cardiovasculares, no se observó ninguna diferencia en la incidencia de ataques cardiacos y derrames cerebrales durante los siete años en que un grupo tomó aspirina y el otro un placebo (que es una píldora de almidón u otra sustancia similar, que se emplea para conocer la reacción psicológica que produce en el paciente).

La profesora Belch explicó además que el mal uso de la aspirina es una de las principales causas de admisión en los hospitales por hemorragias gastrointestinales.

Los expertos consideran este estudio extremadamente importante, pues confirma los temores que produce en los médicos el empleo extendido de la aspirina, por lo que manifestaron que será necesario revisar los lineamientos, pero que ello no es motivo para temer ni para dejar de tomar la aspirina. Lo claro es la no conveniencia de prescribirla a pacientes diabéticos que no hayan tenido antecedentes de males cardiovasculares.