aedes aegypti«El impacto negativo del crecimiento de la población en todos nuestros ecosistemas planetarios resulta terriblemente evidente». Tenga en mente esa cita de David Rockefeller, patriarca de la conocida familia de la élite mundial, pues es fundamental para comprender las razones esgrimidas en este artículo y sacarles el mote de «conspiranoia» que algunos medios serviles a y controlados por personajes como el citado querrán achacarle a lo que Ud. va a leer.

Con más de millón y medio de personas contagiadas desde abril, Brasil es el país más afectado por el virus Zika, seguido de Colombia, que el sábado reportó más de 20.000 casos, 2.000 de ellos en mujeres embarazadas. Debido a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vio obligada a evaluar este lunes en Ginebra si esta pandemia podría ser el causante de la multiplicación de malformaciones congénitas en América Latina, y si debe considerarse como una emergencia de salud pública internacional. Aunque los síntomas de este virus transmitido por la picadura de un mosquito suelen ser de escasa gravedad, han surgido indicios que lo vinculan al número excepcionalmente elevado de casos de niños nacidos con microcefalia, particularmente en Brasil.

Como uno podrá deducir sin enhebrar muchos hilos, en el caso que alguien pretenda reducir la población, sobre todo aquella parte considerada como «no digna» por su estatus social, y no levantar muchas sospechas, lo ideal sería hacerlo a través de pandemias controladas, localizadas en áreas específicas, y que se puedan achacar a la despiadada Naturaleza (como el ébola o la gripe aviar). Pero en el caso que lo del Zika sea una de estas maquiavélicas conspiraciones, ¿quién podría estar detrás?

Pues resulta que el virus está patentado desde 1947 por la Fundación Rockefeller, como puede apreciarse en este sitio web del cual a continuación publicamos una captura de pantalla:

Zika patente

 

Si bien es cierto que el virus Zika original ha sufrido modificaciones a lo largo de todo este tiempo, y que si está en un laboratorio es presuntamente para su estudio bajo condiciones totalmente controladas, no deja de llamar la atención que justamente una de las poderosas familias del mundo interesadas en la eugenesia y la reducción de la población con fines «ecológicos» sea la que patentó el virus.

Hasta aquí uno podría considerar como circunstancial la relación establecida entre la reciente expansión del Zika y el sospechoso patentamiento. Para tener un argumento más tangible en manos, habría que ser capaces de hallar una evidencia directa o indirecta que implique una acción artificial y dirigida a crear una nefasta pandemia.

Y, para escarnio de la mayoría del mundo, esa evidencia podría existir…

Mosquitos transgénicos

¿Sabía que el epicentro desde donde «explotó» el brote de Zika es exactamente el mismo lugar donde en 2015 fueron liberados mosquitos modificados genéticamente?

inicio Zika Brasil

Izquierda: Lugar donde se liberaron los mosquitos GM en 2015. Derecha: Brote inicial del virus del Zika (2015-16).

La compañía británica de biotecnología Oxitec (Oxford Insect Technologies) creó mosquitos GM en julio de 2012 con el objetivo —¿o pretexto?— de reducir la incidencia del dengue, también diseminado por el mismo tipo de mosquito del Zika: Aedes aegypti. Para julio de 2015, poco después que los mosquitos GM fueran liberados en Juazeiro, Brasil, Oxitec anunció con bombos y platillos que habían controlado exitosamente al mosquito responsable por propagar la fiebre del dengue.

Empero, el tiro que se presumía certero salió por la culata… O, por el contrario, el blanco era bien diferente al que creíamos…

Los mosquitos modificados genéticamente funcionan de una manera muy específica para reducir la población portadora. Se modifica un gen de los insectos macho, el cual se transmite a los huevecillos al momento que se aparean con las hembras. Cuando éstos se desarrollan en larvas mueren antes de completar la metamorfosis. El proceso se repite en cada ciclo de procreación, lo cual provoca que cada vez sean menos los insectos que nacen.

El problema es que la estrategia tiene un bache: hay una cantidad de mosquitos que van a sobrevivir —un nada despreciable 4%—. Hay, además, un riesgo adicional. La modificación genética se anula cuando los mosquitos entran en contacto con tetraciclina, un medicamento que en aguas limpias —el hábitat natural del Aedes— no existe, pero que sí aparece en desechos urbanos.

Pero la cosa se complica más aún. De acuerdo a un documento desclasificado del Comité de Comercio y Agricultura, con fecha febrero de 2015, Brasil es el tercer mayor comprador global de antimicrobiales para animales de consumo, es decir, que es uno de los que más utiliza la tetraciclina. Por si eso fuera poco, un estudio de la Sociedad Americana de Agronomía afirma que «se estima que aproximadamente un 75% de los antibióticos no son absorbidos por los animales y son excretados»… Y uno de los antibióticos (o antimicrobiales) nombrados en el reporte por su persistencia en el ambiente es, oh casualidad, la tetraciclina.

Hasta aquí los hechos que nos llevan a dos posibles escenarios, ambos aterradores:

  • «Mala praxis». Los científicos crean, sin mala fe e intentando solucionar un grave problema, una amenaza peor para la humanidad.
  • Considerando la cita del primer párrafo de este artículo, la Fundación Rockefeller, que tiene patente del virus y además es propulsora de los transgénicos, encuentra la forma de crear una pandemia que reduzca los nocivos números de la población.

Ud. elige. Eso sí, no se chupe el dedo.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: La conspiración del virus Zika y el plan de la élite para reducir a la población 

01.02.2016

http://mysteryplanet.com.ar/site/la-conspiracion-del-virus-zika-y-el-plan-de-la-elite-para-reducir-a-la-poblacion/