Los teléfonos inteligentes dañan la memoria en los adolescentes, pues sufren merma en su capacidad para recordar, señala un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de Basilea, Suiza, la Universidad de Basilea, Suiza, la Universidad de Berkekely, Estdos Unidos, el Centro Interuniversitario de Microelectrónica de Leuven, Bélgica, y la Universidad de Ghent, Bélgica.
El estudio, publicado en www.swisstph.ch, portal del Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical, indica que la radiación de los smartphones puede causar pérdidas de la memoria a corto plazo en los jóvenes.
Eso no es todo, pues el daño sería más serio y tras pasar un año de uso se puede afectar la parte del cerebro que interpreta las imágenes y las formas.
Los estudiosos analizaron los hábitos de 700 jóvenes en Suiza, en edades comprendidas entre 12 y 17 años, y determinó que hay un impacto en el rendimiento de la memoria después de la exposición a la radiación de campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF).
¿Cómo reducir el daño?
El jefe de exposición ambiental y salud en el TPH, Martin Röösli, explicó que una manera de minimizar los riesgos para el cerebro es no mantener el teléfono pegado a la cabeza, especialmente cuando la calidad de la red es baja y el móvil funciona a máxima potencia.
Lo más adecuado es emplear los audífonos o con el altavoz, para así evitar llevarse el celular a la cabeza.
Entre las actividades menos perjudiciales para la salud en el uso de teléfonos móviles están el envío de mensajes de texto, los juegos y la navegación por internet, en vista de que estas solo producen una exposición marginal a la radiación RF-EMF.