Por demanda popular, regresa la neutralidad de la red
Amy Goodman, con la colaboración de Denis Moynihan
En enero del año 2011, miles de personas se congregaron en la plaza Tahrir de El Cairo, desafiando por primera vez a la dictadura del presidente egipcio Hosni Mubarak, que llevaba 30 años en el poder. Tanto en las calles, como a través de Internet, se comenzaba a gestar una salida a las décadas de represión y censura de todo intento de oposición al régimen. Seis meses antes, en Alejandría, el joven Khaled Saeed, de 28 años de edad, fue retirado de un cibercafé y golpeado hasta la muerte por la policía. Las fotos de su cadáver, publicadas por su familia, se volvieron un fenómeno viral en Internet, fomentando el descontento. Wael Ghonim, ingeniero informático y activista de Internet, creó una página de Facebook, “Todos somos Khaled Said”, que sirvió como plataforma de organización para cientos de miles de personas.