Fernando Barrios |
Mediante ley N.º 29351 se estableció que el aporte de 9% de la gratificación se pague al trabajador. Se trataba de una norma orientada a favorecer al trabajador, no al empleador ni a Essalud.
Esta decisión podría prosperar después que se determinó que este año Essalud sufriría un recorte de S/.580 millones en su presupuesto a causa de este aporte que ya no se recibiría en julio y diciembre.
En el 2009 los aportes que recibió EsSalud sumaron S/. 5,138 millones, S/. 259 millones más que el 2008, estando la ley 29351 vigente. Las proyecciones indican que este año los aportes aumentarán en S/. 410 millones.
En realidad falta un análisis exhaustivo de parte de Essalud sobre sus finanzas, pues habría un aumento de ingresos, pero también existiría un importante aumento en el número de asegurados, por lo que la cobertura del servicio demandaría más recursos.
Por otro lado, la gestión del presidente ejecutivo, amigo de turno del gobierno, Fernando Barrios, en lugar de una persona elegida por los trabajadores y empresarios, a todas luces es desastrosa y sospechosa. Sólo en el rubro de vigilancia y limpieza, en el 2009 los gastos fueron superiores en S/. 28 millones a los del 2008.
Como si eso fuese poco, EsSalud reportó el 2009 pérdidas por S/. 30 millones a causa de las malas inversiones que hizo en la Bolsa de Valores, en operaciones que despiden mal olor.
Derroche en propaganda electoral y faenones
Como no es su dinero, sino de los trabajadores, y como desea realizar propaganda a favor del gobierno aprista, Fernando Barrios se permite derrochar en propaganda gastando en costosos carteles gigantes por todo Lima y avisos en los diarios y televisión.
Tanto fue el derroche que esta semana fue multado por el Jurado Nacional de Elecciones, sin que la Contraloría General de la República diga nada al respecto, ni los representantes de los trabajadores.
Apristas estarían invadiendo Essalud en puestos innecesarios
Urge legislar para evitar la costumbre de que el presidente ejecutivo de Essalud sea el compadre de turno del gobierno, pues el dinero no es del gobierno, sino de los trabajadores y los empresarios, quienes deberían elegir en voto democrático al jefe máximo de esa institución.
Estemos atentos, pues el gobierno aprista estaría cocinando en la trastienda feroces faenones con la salud, para convertirla en objeto de lucro para enriquecimiento de unos pocos amigotes del gobierno, desnaturalizando su esencia.