Los crustáceos son criaturas inteligentes y sienten el dolor de las muertes crueles que se les inflige al hervirlos vivos y tener una muerte que dura unos 15 minutos, por lo cual lo mejor sería no comerlos.
No obstante, los veterinarios británicos proponen que se les aturda antes de matar a estos animales. Pero esta propuesta es impracticable, porque el cliente nunca sabrá cómo mataron a la langosta, langostino, camarón o cangrejo. Esto no sucede con los peces, porque sólo al extraerlos del agua perecen.
Un vídeo mostrado abajo muestra cómo una langosta, desesperada de dolor, escapa de una olla y para evitar el dolor cercena un de sus patas.
Como los investigadores han descubierto que los mariscos experimentan un trauma, los chefs se han visto presionados para encontrar métodos más humanos para cocinarlos.
Ahora los veterinarios exigen que el proceso de hervido para matarlas, que puede tomar hasta 15 minutos para matar una langosta, sea ilegalizado por motivos de crueldad animal, revela The Mail on Sunday.
La Asociación Veterinaria Británica está, por primera vez, prestando su peso a las llamadas para proteger las langostas y los cangrejos, dada la evidencia científica más reciente que muestra que los mariscos son sensibles.
La asociación demanda que sea obligatorio para los chefs aturdir a las criaturas antes de matarlas y cocinarlas.
Muchas cocinas líderes ya usan dispositivos electrónicos de aturdimiento, que dicen que mejoran el sabor, ya que los crustáceos liberan hormonas desagradables cuando están estresados.
El famoso chef Giorgio Locatelli, que dirige el Locanda Locatelli, galardonado con una estrella Michelin, en Londres con su esposa Plaxy, utiliza un dispositivo de este tipo.
Dijo: “En mi opinión, no solo es más humano sino que también mejora la calidad de la carne. Hace muchos años, mi esposa vio a un chef poner una langosta viva en una olla en nuestra cocina y casi se divorcia de mí. Desde entonces, hemos utilizado una máquina asombrosa”.
Gary Jones, chef ejecutivo en jefe de Le Manoir aux Quat'Saisons de Raymond Blanc en Oxfordshire, dijo que había estado usando un dispositivo impresionante de £ 3,200 durante años.
“Es muy rápido, eficiente y fácil de usar”, dijo. “A nadie le gusta cocinar langostas y cangrejos vivos y no solo esta máquina es más humana que los métodos tradicionales, sino que estamos notando una mejora en la calidad del producto”.
Suiza fue el primer país en imponer una prohibición de cocinar crustáceos vivos en 2018, y desde entonces Noruega, Nueva Zelanda, Austria y partes de Australia han seguido su ejemplo.
Maisie Tomlinson, de Crustacean Compassion, dijo: “Nos llamamos una nación de amantes de los animales, pero los cangrejos y las langostas son los animales olvidados de Gran Bretaña. Lo que les sucede en el matadero es cruel e inaceptable. A menos que estos animales hayan sido aturdidos electrónicamente, un cangrejo puede tardar hasta tres minutos en morir en agua hirviendo e incluso más tiempo para una langosta”.
La asociación de veterinarios también pide protección para pulpos y calamares, así como para el pescado capturado en arrastreros comerciales.
Algunos peces, incluidos el bacalao y el eglefino, se asfixian si se capturan en el medio de la red, mientras que los que aún están vivos y almacenados en hielo pueden tardar hasta dos horas en morir.
Vídeo: por dolor, langosta se cercena la pata:
