La Autoridad de la Competencia de Francia impuso una multa de 500 millones de euros a Google por no haber actuado de buena fe y haber desatendido las medidas cautelares dictadas en 2020 a petición de editores y agencias de prensa que exigen una retribución por el uso de sus contenidos.
Además, el regulador ordenó a Google que presente una oferta de remuneración por el uso actual de contenidos protegidos, so pena de multas de hasta 900.000 euros por cada día de mora si no lo hace dentro del plazo de dos meses.
La presidenta del ente, Isabelle de Silva, acusó a Google de no haber negociado de buena fe con los editores y las agencias de prensa y haber restringido injustificadamente el alcance de esa negociación.
"La sanción de 500 millones de euros tiene en cuenta la excepcional gravedad de los incumplimientos observados y el hecho de que el comportamiento de Google ha retrasado aún más la correcta aplicación de la ley de derechos afines, que pretendía tener en mayor consideración el valor de los contenidos de los editores y agencias de prensa incluidas en las plataformas", señaló.
Un portavoz de Google citado por la agencia AFP dijo que en la empresa están "muy decepcionados con esta decisión". "Actuamos de buena fe durante todo el proceso", aseguró y añadió que los esfuerzos de la compañía para lograr una solución habían sido ignorados.
Con información de Sputnik