Pfizer es terapia génica ARNm, como Moderna, mientras que AstraZeneca y Johnson & Johnson son tipo ADN. Las verdaderas vacunas son Novavax, Spunik V, Sinopharm, Sinovac, CoviVac, Hipra y otras, que no presentan efectos adversos graves.
La imposición de la obligación de tercera dosis de "vacuna" contra el coronavirus COVID-19 para mayores de 50 años de edad es un engaño porque no dan la libertad de escoger la vacuna Sinopharm y obligan a usar el producto Pfizer, que no es vacuna, sino un caldo ARNm, del cual ocultan los efectos adversos graves en la hoja de consentimiento "informado". Es decir, Pfizer es falsa vacuna o terapia génica y el Minsa dice que es vacuna, y niegan la verdadera vacuna Sinopharm si se solicita, lo cual es un abuso de autoridad impuesto con Decreto Supremo 184-2020.
Mientras otros países, como Chile, adquirieron vacunas sin efectos adversos graves para vacunar a sus niños, como Sinovac, el gobierno peruano decidió inocularlos con la “vacuna” Pfizer en lugar de verdaderas vacunas, como Novavax, Spunik V, Sinopharm, Sinovac, CoviVac, Hipra y otras (en el mercado todavía no están disponibles la Novavax y la Hipra, pero se podría haber optado por las otras alternativas).
Estudios y recopilación de datos en diversos países, principalmente europeos, señalan un riesgo bajo de miocarditis y de muerte. No sólo eso, médicos alemanes califican de "crimen" la inoculación a los niños.
Otros estudios más preocupantes, pues afectarían a una mayor proporción de los vacunados de todas las edades (¿a todos?), indican que el producto Pfizer, que no es vacuna, sino terapia génica ARNm, altera el sistema inmunológico y causa un sida, pero no por el virus del sida, sino por efecto de este fármaco. Es decir, en el futuro tendríamos que atender a una población immunodeprimida, como los enfermos de sida, que no podrían llevar una vida normal y ocasionarían un gigantesco gasto al Estado, porque Pfizer se ha blindado en contratos leoninos en los que escapa de toda responsabildad.
El Minsa no advierte en consentimiento “informado” sobre efectos adversos graves de Pfizer, pese a que en los EE. UU. el fabricante lo hace
Como si fuese poco, el Ministerio de Salud (Minsa), hace firmar un consentimiento “informado” a los padres o tutores en el cual no señalan nada sobre los posibles efectos graves, como miocarditis (admitido como advertencia por la propia Pfizer) o las muertes, ni mucho menos sobre sobre la inmunodeficiencia, que no es un estudio de Pfizer.
En el formulario tampoco hay lugar para que la persona que recibirá la inoculación señale si padece de males cardiacos, pese a que se sabe que puede causar miocarditis.
Esto significa que el Minsa está engañando a la población:
- Calificando de “vacuna” al producto Pfizer
- Omitiendo información sobre los efectos adversos graves
- Omitiendo también información sobre la corta duración de los efectos de este caldo pestilente de Pfizer
Además, Pfizer tiene como antecedente, no en vacunas sino en otros productos, el fabricar con una calidad para los Estados Unidos y con otra calidad inferior para los países donde no hay control o lo hay muy bajo, como es en el Perú, a causa de la corrupción.
Esperemos que los políticos, médicos y abogados responsables suspendan esta seudovacunación y exijan se compre verdaderas vacunas y no sean cómplices de este pésimo ministro de Salud.
Artículos relacionados
La vacuna de Pfizer altera la respuesta inmunológica innata y adaptativa
Más de 10.000 vacunados contra covid en Australia exigen compensación por efectos adversos
Suiza: 150 fallecidos y 3,000 efectos secundarios graves tras vacuna contra el COVID-19
La eficacia de Sputnik V es del 80% pasados 8 meses desde la vacunación, según San Marino
La vacuna Sputnik V supera a las vacunas ARNm en duración de la protección contra el COVID-19
La “vacuna” Pfizer es burla: tras tercera dosis defensas caen a 35% a las ¡10 semanas!