El jueves los simpatizantes del “New Deal Ecológico” comienzan un recorrido por el país en busca de apoyo de la resolución del Congreso que está destinada a transformar la economía estadounidense mediante la financiación de la energía renovable, mientras EE.UU. pone fin a las emisiones de dióxido de carbono para el año 2030. Democracy Now! habló con Noam Chomsky el pasado jueves 11 de abril en Boston acerca del “New Deal Ecológico” y las enseñanzas del viejo New Deal.
Transcripción
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Amy Goodman: Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Terminamos el programa de hoy con el lingüista y disidente político de renombre mundial Noam Chomsky. Hablé con él la semana pasada en la iglesia Old South de Boston. En un momento, escucharemos a Noam Chomsky hablar sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 y lo que se encontró y no se encontró en el informe de Mueller, el cual se hace público hoy. Pero primero, le pedí a Noam Chomsky que hablara sobre el “New Deal Ecológico” y las lecciones que dejó el antiguo “New Deal”.
Noam Chomsky: En primer lugar, creo que la idea del “New Deal Ecológico” es absolutamente correcta. Uno puede plantear preguntas sobre la manera específica en que Ocasio-Cortez y Markey lo presentaron: Tal vez no debería ser exactamente así; debería ser un poco diferente. Pero la idea general es bastante correcta. Y hay un trabajo muy sólido que explica, y desarrolla en detalle, con exactitud, cómo podría funcionar. Robert Pollin, un muy buen economista de la Universidad de Massachusetts Amherst, ha escrito de forma extensa y detallada, con un análisis profundo, sobre cómo se podrían implementar políticas de este tipo de una manera muy efectiva, lo cual realmente crearía una mejor sociedad. No perderíamos sino que nos beneficiaríamos con ello. Los costos de la energía renovable están disminuyendo considerablemente. Si se eliminan los subsidios que se otorgan a los combustibles fósiles, es probable que su costo ya supere al de la renovable. Hay muchos medios que se pueden implementar y llevar a cabo para superar, sin duda para mitigar, pero tal vez superar esta grave crisis. Así que creo que la idea básica es totalmente defendible y, de hecho, esencial. Muchos de los comentarios vertidos en los medios de comunicación que ridiculizan diferentes aspectos de la misma son en esencia irrelevantes. Se pueden cambiar las fechas de 2030 a 2040, se pueden hacer algunos cambios más, pero la idea básica es correcta.
¿Cuál es la diferencia con la década de 1930? Varias cosas. Algo que es diferente es la actividad a gran escala del movimiento obrero. La década de 1930 fue el período de formación del Comité para la Organización Industrial (CIO). En la década de 1920, el movimiento obrero estadounidense había sido prácticamente destruido. Recordemos que la sociedad estadounidense está en gran medida manejada por las empresas. La historia del movimiento obrero estadounidense es bastante violenta, muy distinta a la de países comparables. Y hacia la década de 1920, el movimiento obrero militante, que había sido bastante efectivo, había sido básicamente aplastado. Una de las grandes obras sobre historia del movimiento obrero, escrita por David Montgomery, uno de los grandes historiadores del movimiento obrero, se llama “El ascenso y la caída del movimiento obrero estadounidense” [The Fall of the House of Labor: The Workplace, the State, and American Labor Activism, 1865-1925]. Él estaba hablando de la década de 1920, cuando el movimiento obrero había sido esencialmente destruido. Revivió en la década de 1930. Revivió con actividades de organización a gran escala. Comenzaron las acciones del CIO. Las huelgas fueron bastante militantes y condujeron a sentadas. Una sentada es un verdadero signo de advertencia para las clases empresariales, porque hay un paso más allá de una sentada. El siguiente paso a una sentada es: “Pongamos a funcionar la fábrica manejándola nosotros mismos. No necesitamos a los jefes. Podemos manejarla nosotros mismos. Así que vamos a deshacernos de ellos”. Esa es una verdadera revolución, el tipo de revolución que debería ocurrir. Los participantes de una empresa serían sus dueños y la manejarían por sí mismos, en lugar de ser los esclavos de los dueños privados que controlan sus vidas. Y una sentada está a un paso de eso. Esto despertó el miedo real entre las clases propietarias.
El segundo elemento fue que hubo un Gobierno favorable a esas políticas, lo cual es de vital importancia. Miremos la historia de las acciones obreras a través de los siglos. Hay un muy buen libro sobre esto, por cierto, de Erik Loomis, un libro llamado “Historia estadounidense en diez huelgas”, o un nombre similar [A History of America in Ten Strikes], en el cual el autor recorre las acciones obreras militantes desde principios del siglo XIX. Y él plantea un argumento interesante. Loomis dice que toda acción exitosa del movimiento obrero ha tenido el apoyo, al menos tácito, del gobierno. Si el gobierno y las clases propietarias se unen para aplastar las acciones obreras, siempre han tenido éxito. ¿De acuerdo? Es una observación muy significativa. Y en la década de 1930, hubo un Gobierno comprensivo, por muchas razones. Pero esa combinación de acción obrera militante, en un período político que fue muy dinámico en muchos sentidos, y un Gobierno comprensivo condujo al New Deal, el cual cambió en gran medida la vida de la gente.
Fuente. Democracy Now.
Traducido por Iván Hincapié. Editado por Igor Moreno Unanua y Democracy Now! en Español.