Pedido de la Asociación de Exportadores. El país pierde alrededor de 155 mil hectáreas de bosques al año por deforestación, con la quema de bosques para sembrar cultivos de sobrevivencia; y otros. La ADEX pide acelerar el trabajo público-privado a fin de poner en valor la selva.
El Estado debe implementar políticas claras para el desarrollo sostenible de los bosques, pues de esa forma se impedirán actividades informales e ilícitas que generan actos que terminan en tragedias como el incendio en la Amazonía de Brasil que ya arrasó con más de 500 mil hectáreas de selva, señaló el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Erik Fischer Llanos.
En ese sentido, consideró imprescindible poner en valor el inmenso potencial forestal del país, impulsando la industria maderable y no maderable a fin de generar puestos de trabajo formales en zonas alejadas en las que el Estado no está presente y en donde lamentablemente, por la pobreza extrema y exclusión social, se queman bosques para sembrar cultivos de sobrevivencia.
“Por esta causa se pierden al año alrededor de 155 mil hectáreas de bosques en nuestra selva. El 95% de la deforestación es por el cambio en el uso del suelo que luego se destina a la agricultura de sobrevivencia, minería ilegal y cultivo ilegal de hoja de coca”, comentó el titular del gremio exportador.
Quema de bosques primarios
Fischer añadió que existen millones de hectáreas de bosques de producción permanente que están abandonados y expuestos a la quema e invasión por parte de los informales, por lo que es necesario concesionarlos a fin de que sean manejados por operadores con recursos técnicos y financieros que permitan su desarrollo sostenible.
“Los agricultores queman los bosques primarios para tener sus chacras, luego las abandonan porque no obtienen buenos resultados en la siembra y esto es porque el suelo amazónico no tiene actitud agrícola. Migran a otras áreas y repiten el mismo patrón”, explicó.
Puntualizó que se queman los pastos porque existe la creencia que así (con la quema) se atraerá la lluvia o mejorará la calidad del suelo. De esa forma se pierden bosques de un altísimo valor y se atenta contra el medio ambiente y se abre la posibilidad de que deriven en tragedias como las de Brasil.
Si bien el incendio en el vecino país no llega a Perú, si tiene efectos atmosféricos sobre la biodiversidad. “Hace algunas semanas se detectaron algunos focos de calor (incendio de pastos) en Madre de Dios, que si bien no se comparan con el de Brasil, algunos si se descontrolaron y amenazaron a las concesiones forestales en la provincia de Tahuamanu”, recordó.
Por ese motivo, Fischer instó al gobierno a implementar un sistema de prevención, control de incendios y a mantener un respeto al ordenamiento territorial, evitando la quema de bosques para la agricultura de sobrevivencia o la expansión de actividades económicas, que, como la ganadería, no son sostenibles en el bosque amazónico.