Faenón en Energía y Minas pretende arrebatar sillar a los artesanos arequipeños
Los trabajadores artesanales que extraen sillar en las canteras de Cerro Colorado y Uchumayo, en Arequipa, denunciaron que una orden judicial intenta desalojarlos pese a que la zona fue declarada intangible por la municipalidad arequipeña, que sólo permite la actividad artesanal.
Los trabajadores artesanales que extraen sillar en las canteras de Cerro Colorado y Uchumayo, en Arequipa, denunciaron que una orden judicial intenta desalojarlos pese a que la zona fue declarada intangible por la municipalidad arequipeña, que sólo permite la actividad artesanal.
Los atribulados picapedreros están interrumpiendo su acostumbrado trabajo que realizan en paz para ahora protestar ante este atropello que despide un olor muy fétido, aseguran que sólo los sacarán muertos.
Pese a que dicha cantera fue declarada zona intangible, la empresa “Lajas y sillar del sur” obtuvo la concesión de parte del ministerio de Energía y Minas, ministerio que brilla por los más gigantescos y hediondos faenones que se están perpetrando en este gobierno aprista.
La zona abarca unos 18 kilómetros entre Cerro Colorado y Uchumayo, donde los trabajadores laboran en comunidad desde el incanato, el virreinato y la república. Hoy están agrupados en la Asociación de Cortadores de Sillar Canteras Arequipa, que le da formalidad a la posesión histórica que ostentan, y son 500 familias, varios de ellos son octogenarios, que dependen de esta actividad para subsistir.
Ante la incertidumbre que comenzó a aparecer hace un tiempo, la asociación de trabajadores solicitó al ministerio de Energía y Minas la concesión, pero en lo que constituye un serio indicio de faenón, el pedido les fue denegado, para dárselo a la empresa “Lajas y sillar del sur”.
La zona abarca unos 18 kilómetros entre Cerro Colorado y Uchumayo, donde los trabajadores laboran en comunidad desde el incanato, el virreinato y la república. Hoy están agrupados en la Asociación de Cortadores de Sillar Canteras Arequipa, que le da formalidad a la posesión histórica que ostentan, y son 500 familias, varios de ellos son octogenarios, que dependen de esta actividad para subsistir.
Ante la incertidumbre que comenzó a aparecer hace un tiempo, la asociación de trabajadores solicitó al ministerio de Energía y Minas la concesión, pero en lo que constituye un serio indicio de faenón, el pedido les fue denegado, para dárselo a la empresa “Lajas y sillar del sur”.