Crecimiento anual de 8,4% nos hará un país del primer mundo en el año 2021

Estima la CCL e indica que incremento de la productividad es prioritario para crecer sostenidamente y mejorar la calidad de vida de todos los peruanos.


El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima estima que el Perú podría convertirse en un país del primer mundo hacia el año 2021, año del bicentenario de la Independencia Nacional, si la economía nacional crece anualmente 8,4%.


El IEDEP de la CCL refiere que la tasa de 8,4% estimada es similar al promedio anual obtenido durante el periodo 2006 – 2008.

Por ello, la Cámara de Comercio de Lima plantea la necesidad de que esta meta nacional sea considerada dentro del plan de gobierno de las agrupaciones que buscan dirigir los destinos del país en los próximos años.

De otro lado, el IEDEP de la CCL precisa que, de crecer a una tasa anual promedio de 3,8%, el Perú ingresaría a las ligas de lo países del primer mundo en 27 años, es decir en el año 2036.

El IEDEP de la CCL explica que un país del primer mundo implica ser una nación industrializada y con alto nivel de inversión de capitales de largo plazo, con importante desarrollo tecnológico y elevado estado de bienestar en la población.

Los países del primer mundo poseen un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH) que se basa en tres parámetros: esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización de adultos e ingreso per cápita.

El IEDEP de la CCL señala que actualmente el IDH en los países del primer mundo tiene un valor encima de 0,9, lo que significa que la esperanza de vida debe estar por encima de 76 años, el PBI per cápita debe superar los US$ 21.500 (en términos de paridad de poder adquisitivo) y la tasa de alfabetismo adulto por encima de 92% (personas mayores de 15 años).

Escenario 2021
Según los cálculos del IEDEP de la CCL, si el Perú sostiene un crecimiento sostenido de 8.4% anual hacia el año 2021, el PBI per cápita nacional pasaría de los US$ 8.541 actuales a US$ 21,500 en términos de paridad (umbral de las economías desarrolladas), en tanto que la inversión como porcentaje del PBI pasaría de 23% a 29,4%; y nuestras exportaciones pasarían de US$ 26,900 millones a US$ 101,500 millones. Mientras que el índice de informalidad se reduciría de 60% (en la actualidad) a 19,6%.

Asimismo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Perú pasaría del 0.806 actual a 0.95. Además, la pobreza se reduciría de 37,8% a 4%, el analfabetismo desaparecería, la cobertura de agua y electricidad llegaría a 100% y la desnutrición crónica disminuiría de 21,9% a 10%.

La Cámara de Comercio de Lima considera que hasta el momento el Gobierno ha sabido mantener la estabilidad macroeconómica del país, ha realizado importantes avances en inversión en infraestructura y en el ámbito social. Sin embargo, todavía persisten los desafíos, sobre todo en un entorno en el que se advierten potenciales carencias en los campos energético y alimentario, entre otros, por efecto del cambio climático, así como la profundización de las reformas estructurales y la descentralización económica del país.

“Es meritorio que el Perú sea una de las economías más sólidas de la región para responder con solvencia a los nuevos escenarios pos crisis y que pueda integrarse —de continuarse por el camino correcto— al grupo de los países de primer mundo en el 2021, justo cuando cumplimos 200 años como República independiente”, afirma la CCL.

Escenario actual
La CCL refiere que, de acuerdo al IDH del 2009, el Perú posee un nivel de 0,806 con una esperanza de vida al nacer de 73 años, una tasa de alfabetismo de 89,6% y un ingreso per cápita menor a los US$ 8,000 en términos de paridad, cifras que nos ubican en el puesto 78 de un total de 128 países evaluados, tomando como base datos el año 2007.

El gremio empresarial considera que la productividad es un factor clave para convertirnos en un país del primer mundo en el menor plazo.

Finalmente, la CCL plantea la necesidad de promover el fortalecimiento de la institucionalidad como un mecanismo de protección del derecho de propiedad, con la intención que prevalezca el imperio de la ley a fin de garantizar mayor seguridad y una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad.

“Debemos continuar con las reformas estructurales, haciendo especial énfasis en la modernización del Estado, en la promoción de políticas laborales y tributarias eficientes y en la formación de un capital humano competitivo, además de darle prioridad al gasto público en educación y salud de calidad, pero con inclusión y al alcance de las mayorías”, subraya la CCL.