El cholo barato y el gilipollas Vargas Llosa

Prosperidad, crecimiento y desarrollo para los ricos; estancamiento y mera supervivencia para los pobres.

Escribe: César Vásquez Bazán

En días recientes, la prensa de alquiler del Perú se ha hecho eco de las palabras de Vargas Llosa en un evento celebrado en Lima por la derecha internacional. Dijo en ese aquelarre el súbdito del rey que “desde la caída de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, el Perú vive un período de prosperidad, crecimiento y desarrollo”.

 

Ver imagen aquí.

El problema de afirmaciones como la de Vargas Llosa es que olvida que el sistema económico no reparte los frutos de la “prosperidad, el crecimiento y el desarrollo” en forma equitativa, peor aún cuando ese sistema está guiado por políticas neoliberales. En el Perú existe una minoría de la sociedad que se lleva lo mejor del crecimiento, existen otros que “se ganan alguito” de prosperidad, y existen muchísimos para los que el desarrollo es algo que se mira en los demás pero no se advierte en la condición de uno mismo.

Ésa es la situación de exclusión de los frutos del crecimiento en la que viven los trabajadores que perciben salarios en el Perú.

Vea usted el gráfico que acompañamos sobre Salarios Reales en Lima Metropolitana entre 1980 y 2010. El cuadro presenta la información del promedio de salarios reales que perciben los trabajadores en establecimientos de diez y más trabajadores en Lima Metropolitana, sujetos al régimen laboral de la actividad privada. Ha sido obtenido de la base de datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

La información cubre un período de treinta años y se expresa en moneda de poder adquisitivo contante, en este caso nuevos soles de 1994. Debemos remarcar que las tres décadas de datos estadísticos permiten apreciar con nitidez la tendencia de largo plazo de los salarios, en especial en las últimas dos décadas.

Puede afirmarse con sustento estadístico, que en ninguno de los ciento ochenta meses de los últimos quince años, el salario real pudo llegar a representar 21 nuevos soles de 1994. La última vez que el salario real sobrepasó los 21 nuevos soles de 1994 fue en enero de 1995, cuando llegó a 21.20 nuevos soles de 1994. En todos los demás meses, el salario real estuvo por debajo de los 21 nuevos soles de 1994.

Peor aún, desde diciembre del año 2009 hasta junio del año 2010, el salario real es el mismo. Ni siquiera es 21 nuevos soles de 1994. Sólos ascendió a 20.40 nuevos soles de 1994 (*).

No se equivoca usted si concluye que los salarios reales han estado estancados en las últimas dos décadas. Todos los gobiernos neoliberales (Fujimori, Paniagua, Toledo, García y Humala) mantuvieron deprimidos los salarios reales en el país.

Para los trabajadores que perciben salarios, el neoliberalismo no ha traido ni crecimiento, ni desarrollo, ni prosperidad. Sólo estancamiento y mera supervivencia día a día.

Algo más: La tendencia de estancamiento del salario real es un elemento esencial antiinflacionario en el programa económico neoliberal aplicado desde 1990. Los “liberales” como Vargas Llosa mantienen exprofesamente los salarios reales estancados y deprimidos, para controlar la magnitud del consumo de la población y evitar “excesos de demanda” que pudieran generar inflación. La derecha supone que permitir una subida significativa del salario real originaría inflación y la inflación cuestionaría la “prosperidad, crecimiento y desarrollo” de los ricos del país.

Progreso material para los ricos y resignación secular en el estancamiento y en la mera supervivencia para los asalariados. Tal la realidad de la “prosperidad, crecimiento y desarrollo” de la que hablaba el otro día el súbdito del rey de España.

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(*) Permítaseme un comercial. Entre el 28 de julio de 1990 y junio del año 2010, los salarios reales en Lima Metropolitana jamás superaron el nivel promedio que registraron entre enero y julio de 1990 durante el Ministerio Vásquez Bazán.

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