El acercamiento del presidente Ollanta Humala a los empresarios y las recientes medidas anunciadas para impulsar las inversiones son sin duda importantes, pero es igual de vital su cumplimiento rápido y oportuno, superando la burocracia alojada en instancias operativas de los ministerios e instituciones que traban la fluidez de los capitales, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Eduardo Amorrortu.
“En los últimos años el Perú tuvo una notable performance que se refleja en diversos indicadores como el PBI per cápita que entre el 2001 y el 2010 fue de 4.4% promedio, una de las tasas más altas de los últimos 60 años y que ayudó a que la pobreza se redujera de 50% en el 2000 a 25.8% en el 2012. El año pasado cuando el Perú creció 6.3%, más de 500,000 peruanos dejaron de ser pobres”, dijo.
Mencionó que para luchar contra el flagelo de la pobreza se debe seguir trabajando y eliminar los cuellos de botella que impiden el buen avance de las actividades. “Reconocer a la inversión como un tema de interés nacional es importante si se desean mantener los índices de crecimiento de los últimos años. El trabajo conjunto y estrechamente vinculado con el sector privado será vital”, afirmó.
Precisó asimismo que para desterrar la pobreza, la desnutrición infantil y el analfabetismo se deben mantener las altas tasas de crecimiento logradas en los últimos años y que por ningún motivo ‘podemos darnos el lujo’ de perder el paso. Eso se traduciría en que millones de peruanos queden postrados en la pobreza con todas sus secuelas, algo inaceptable si se toma en cuenta el potencial del país.
“Cada punto porcentual que se pierde o se gana en términos de crecimiento tiene un fuerte impacto en la pobreza. El tener al 25.8% de los peruanos en la pobreza (alrededor de 7.8 millones de pobres), debe comprometer al gobierno, trabajadores, políticos y empresarios a trabajar armónicamente contra ese flagelo”, apuntó.
El líder empresarial indicó que la meta de reducir la pobreza al 10% para el 2021 (estimación del MEF), está supeditada al desmantelamiento de todos los obstáculos que afectan la actividad privada, motivo por el cual se debe priorizar la culminación de una serie de reformas macro y micro (sectoriales).
Hay que señalar que a pesar de los importantes avances del Perú, en el 2012 se ubicó el puesto 61 del ranking de competitividad del World Economic Forum (elaborado en base a 144 naciones). En el caso específico de infraestructura estamos en el lugar 89, un escalón menos que en el 2011 (88) y en lo que respecta a la innovación pasamos del puesto 113 en el 2011 al 117 en el 2012.
“Todo esto nos debe llamar a la reflexión y cerrar filas a favor del desarrollo del país, otorgando facilidades a las inversiones y acelerando las reformas pendientes”, culminó.