Cubrir las deudas más onerosas como las tarjetas de crédito, préstamos de libre disponibilidad o también amortizar o prepagar un crédito hipotecario en dólares.
Lo más conservador y seguro sería optar por un depósito a plazo.
En el mes de julio los trabajadores en planilla reciben su gratificación que, en muchos casos, ya está pre destinada para aprovechar un viaje por fiestas patrias, comprarse un teléfono moderno o simplemente gastarlo en costosos productos.
Sin embargo, el Gerente de Investigación y Desarrollo del Banco de Comercio, Luis Guevara, advierte que debido al panorama económico mundial y nacional incierto, se deberá replantear el uso de la gratificación.
La caída en la proyección del crecimiento económico de China (a 7.75%) y el anuncio de la FED de retirarse de manera progresiva del estímulo monetario a partir de finales del 2013 hasta eliminarlo totalmente en el 2014 está afectado los mercados latinoamericanos y el mercado peruano.
Esto se puede apreciar con la caída del crecimiento económico proyectado para el Perú para el 2013 de 6.3% a 6.1%, la depreciación de la moneda local a 9.13% y la baja en la Bolsa de Valores de Lima en 26.1% lo que va del año.
Ante este panorama, es mejor prevenir. Por ese motivo al momento de decidir qué hacer con la gratificación, Luis Guevara recomendó primero cubrir las necesidades primarias que son alimentación y salud. Luego de esto se debe considerar cubrir las deudas más onerosas, a decir: tarjeta de crédito y préstamos de libre disponibilidad, y también de ser posible amortizar su crédito hipotecario.
También es importante considerar cancelar cualquier deuda que se tenga en dólares, pues dada la volatilidad de esta moneda ante impactos externos, pueden afectar nuestro flujo de caja haciéndonos incurrir en gastos sin ningún beneficio. Si después de estos gastos tenemos un excedente, se debe de considerar invertir o ahorrar el dinero, ya sea en un fondo mutuo o en un depósito a plazo.
Actualmente la coyuntura nos debiera llevar a optar por un instrumento conservador que nos dé una renta fija, por lo menos hasta que el panorama se despeje y dadas las nuevas reglas de juego podamos proyectarnos mejor con un instrumento de renta variable.
Lo más conservador y seguro es un depósito a plazo, cuyas tasas oscilan entre 4% y 5% a un año. En el caso de optar por un Fondo Mutuo, lo mejor sería invertir en uno que tenga un portafolio de renta fija, de manera que se asegure una rentabilidad en esta coyuntura de incertidumbre.
Entonces, tomando estos consejos, estaremos mejor preparados ante cualquier adversidad para este año.