Con sus recursos naturales, capacidad de producción y una mayor inversión, América Latina se proyecta como uno de los principales proveedores de alimentos para abastecer la creciente demanda mundial, diversa y cada vez más sofisticada.

El reto es aprovechar la oportunidad, sin desatender las necesidades de una región en la que hay aún 66 millones de indigentes, 11,4 por ciento de la población, según los últimos datos de la CEPAL. Si bien el mercado internacional afronta dificultades derivadas de la volatilidad de precios, la especulación y la competencia de los biocombustibles por el suelo, expertos consultados por IPS se manifestaron convencidos de que la región puede atravesar con éxito el desafío. (AGENCIA IPS)