Ante cualquier eventualidad de crisis en su entorno
CAPACITACIÓN. Miembros de la familia que participan en el directorio buscan fortalecer sus capacidades estratégicas.
PLANES. Las empresas familiares buscan profesionalizar sus ramas directivas y ejecutivas para superar las crisis de sucesión.
La Cámara de Comercio, a través del Centro de Desarrollo de Empresas Familiares implementado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, ha validado que las empresas familiares han comenzado a buscar espacios de toma de decisiones estratégicas y herramientas gerenciales que les permitan afrontar de manera eficiente la convivencia generacional y sobrevivir ante los permanentes cambios y demandas a los cuales se ven expuestas, es decir, conflictos internos, crisis de expansión o de crecimiento.
“Entre el 2010 y el 2013, las compañías que han participado en el Programa de Empresas Familiares, el 80% que implementan su protocolo familiar satisfactoriamente tienen un mejor comportamiento en su organización y están mejor preparadas para prevenir o menguar las crisis en el entorno familiar, con herramientas para un apropiado manejo de los conflictos y una comunicación efectiva entre los miembros de la familia”, refirió José Antonio Torres, Director del Centro.
Torres añadió que más del 90% de los miembros de la familia que participan en el directorio o comité directivo de sus compañías y que han seguido el programa, han fortalecido sus capacidades estratégicas e implementan buenas prácticas de gobierno corporativo.
Otra cifra de interés que dio a conocer, es que más del 85% de las empresas familiares que han ejecutado un plan estratégico han mejorado su proceso central de negocio, y logrado los objetivos trazados en las distintas áreas de la organización, con un impacto progresivo y gradual en los resultados económicos.
“En el Perú las empresas familiares pertenecen a un segmento emprendedor muy importante que no es ajeno a nosotros. Se estima que más del 80% de estas compañías en nuestro país tienen esta característica. Además, 30% se encuentran en manos de una segunda generación y 5% en manos de una tercera. Superar esta sucesión generacional es quizás lo que más preocupa a las empresas”, refirió Torres.
Torres precisó que entre los 15 y 30 años las empresas familiares, tienen mayor necesidad de profesionalizarse para mantenerse o seguir creciendo. Alrededor del 10% de las pequeñas empresas se convierten en medianas. La mayoría atraviesa por una etapa de convivencia generacional, donde los hijos y otros miembros tienen mayor interés en la organización y en involucrarse en la misma. Si la familia es numerosa es necesario que pasen por un proceso de reflexión para definir la visión como familia empresaria y definir roles de cada miembro.
Agregó además que por encima de los 30 años, las empresas familiares se enfrentan a una convivencia generacional más activa, menos del 10% de las medianas empresas se convierten en grandes y menos del 1% en corporativas, la mayoría se encuentra en segunda generación y otras en camino a la tercera. El sistema de gobierno corporativo “familiar – empresarial” se hace más necesario, la familia crece y requiere de otros órganos de gobierno más adecuados a sus necesidades y tamaños. El estilo de liderazgo debe ser participativo entre los miembros, la gestión está orientada a un desarrollo organizacional eficiente buscando altos niveles de rendimiento y calidad.
El Centro de Desarrollo de Empresas Familiares es el resultado del Programa del Sistemas de Gobierno y Gestión en Empresas de Propiedad Familiar en el Perú, que es ejecutado por la Cámara de Comercio en convenio con el BID.