La agencia calificadora Fitch Ratings degradó la deuda francesa de AAA à AA+ y estimó que el deterioro de la economía de ese país impedirá al gobierno alcanzar los objetivos de consolidación presupuestal, noticia que llegó este viernes, dos días antes del 14 de julio, su fiesta nacional.
La nueva nota procede de una perspectiva estable, según el análisis de la agencia con capital perteneciente al financista Marc Ladreit de Lacharrière.
La agencia prevé que la deuda pública podrá alcanzar el 96% del PBI en 2014, y no bajará sino de forma muy progresiva hacia un 92% del PBI en 2017, según informa el diario Le Monde, cifras que corrigen las estimaciones de la agencia en diciembre de 2012, donde colocaba a la deuda en un 94% del PBI en 2014, y de 90% en 2017.
Hasta ahora Fitch mantenía su calificación de triple A para la deuda francesa, pese a que las otras más grandes, Standard & Poor's y Moody's, las degradaron, la primera en enero de 2012 a AA+, y la segunda a AA1.
Tras conocer la noticia, Pierre Moscovici, ministro de Economía francés, alegó que la deuda de su país es una de las más líquidas de la zona euro y se beneficia de tasas históricamente bajas, que prueban la confianza de los inversionistas. Pero no mencionó la salida del país de diversos millonarios, que buscan proteger sus capitales del incremento de impuestos.
El ministro insistió en afirmar que esa confianza les da la convicción de que su estrategia es buena y subrayó la determinación del gobierno de François Hollande de reducir los déficit públicos, el reestablecimiento de la competitividad y la corrección de la economía francesa para sostener el crecimiento y el empleo.