Ante cualquier acto violento que se utilice para ejercer presión, tal como los que han estado perturbando el normal desenvolvimiento de la vida social y económica en diversas zonas del país y que amenazan con continuar, esta vez en la Capital , la Asociación de Exportadores (ADEX) expresó su enérgico rechazo ante esos acontecimientos.
Opinó que son gestados por agitadores inescrupulosos que incitan a la población a incurrir en actos delictivos que atentan contra la tranquilidad pública, el derecho a la integridad, a la vida de las personas, al libre tránsito en el territorio nacional, y que dañan tanto la propiedad pública como la privada.
El gremio exportador condenó los actos de violencia, como el ataque ocurrido el 22 de agosto del presente en La Oroya, cuando un grupo de manifestantes bloqueó la carretera central durante más de 16 horas, agredió impunemente a integrantes de la Policía Nacional del Perú y cometió actos de destrucción indiscriminada.
Asimismo, censuró que los reclamos (de los agitadores inescrupulosos) que se realizan a través de acciones de violencia logren su objetivo, al conseguir que el Gobierno ceda a sus demandas, lo que sienta un mal precedente que podría ser imitado por otros grupos violentistas.
Frente a este panorama, consideró como indispensable que los Poderes del Estado - el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial - actúen con decisión y celeridad, para garantizar la supremacía del Estado de Derecho, que es el único camino para asegurar una convivencia civilizada entre todos los peruanos.
La ADEX dijo que se debe de investigar y sancionar a quienes atentan contra los derechos fundamentales de las personas y las empresas. “Basta ya de impunidad”, enfatizó.
“El principio de autoridad debe prevalecer en todo el territorio de la República. El Perú necesita de paz social y de la inversión privada y pública para derrotar a la pobreza, que es el enemigo común de todos los peruanos”, culminó.