De ese total, 2,301 pertenecían al sector no tradicional. El subsector más golpeado fue el de prendas de vestir que sufrió la salida de mercado de 690 empresas.
La crisis internacional que se prolonga ya por cuatro largos años, la baja competitividad del Perú expuesta recientemente en el reporte del World Economic Forum (WEF) que revela nuestro estancamiento -caída en ocho de sus 12 indicadores- y la falta de reacción para tomar medidas oportunas, configuran una “tormenta perfecta” para el sector exportador que sin duda perjudica el crecimiento del país en su conjunto.
La Gerencia de Estudios Económicos de la Asociación de Exportadores (ADEX), manifestó que a consecuencia de esa compleja coyuntura, entre enero y julio de este año dejaron de exportar 2,349 empresas, superando el número de empresas que iniciaron sus operaciones de exportación en ese mismo periodo (2,188).
“Estas cifras revelan que no menos del 38% de nuestras empresas están en una posición muy débil en el mercado y que están expuestas a salir del mismo ante la mínima dificultad. Esta debilidad tiene que ser un factor prioritario a considerar por parte de nuestras autoridades”, explicó el gerente de Estudios Económicos de la ADEX, Carlos González.
Añadió que de las 2,349 empresas que dejaron de exportar, 2,301 pertenecían al sector no tradicional. El subsector más golpeado fue el de prendas de vestir que sufrió la salida del mercado de 690 empresas, que representan el 43% de las que exportaron el año pasado.
Le sigue el subsector agro no tradicional con 410 empresas que dejaron de exportar (el 31% de su base exportadora del 2012) y el sector textil con 318 empresas salientes que supera el 53% de su población empresarial.
Un dato adicional es que en el período enero-julio, disminuyó el número de empresas exportadoras de 6,239 en el 2012 a 6078 en el 2013. Un diferencial de 161 empresas.
Según el reporte 2013-2014 elaborado por el World Economic Forum (WEF), el Perú se mantuvo en el puesto 61, similar a la del año pasado, pero cayó en ocho de sus 12 indicadores: Instituciones (105-109), infraestructura (89-91), salud y educación básica (91-95), educación superior (80-86), eficiencia en mercado laboral (45-48), formación tecnológica (83-86), sofisticación de negocios (68-74) e innovación (117-122), en varios de los cuales el país ya se encontraba en gran desventaja.
“El retroceso en esos indicadores resulta absolutamente incompatible con la posibilidad de mantener un alto y sostenido ritmo de crecimiento en el mediano y largo plazo, quedando expuestos a factores y coyunturas externas”, dijo González.
En ese sentido, el economista afirmó que es imperativo pasar a la acción con el objetivo de remover de forma acelerada los obstáculos que impiden el desarrollo del comercio exterior y generar un ambiente favorable para la sostenibilidad de las empresas existentes así como la creación de otras nuevas.
“Si no se toman acciones inmediatas, seguirán desapareciendo empresas, puestos de trabajo y será cada vez más difícil recuperar y mejorar nuestra capacidad exportadora bajo cualquier condición de mercados a futuro”, culminó.