En un contexto de constante modernización del sistema financiero, un factor importante para las entidades que lo conforman es brindar a los usuarios instrumentos para que realicen sus transacciones con la mayor seguridad, mediante el empleo de las últimas tecnologías. En cuanto a las tarjetas de crédito y débito, una tendencia que viene cobrando cada vez más relevancia, a nivel internacional, es el reemplazo de la banda magnética por el chip o circuito integrado.

Con la llegada de las denominadas “tarjetas con microcircuito”, “tarjetas con chip” o “tarjetas inteligentes”, se ha creado una plataforma de nueva generación que permitirá llevar servicios y productos innovadores a los clientes del sistema financiero de una forma muy efectiva, eficiente y segura.

La tecnología de pagos que se emplea para estos nuevos dispositivos está basada en un estándar de interoperabilidad de tarjetas denominado “EMV”, que fue diseñado originalmente por las compañías encargadas de las redes de pagos Europay, MasterCard y Visa, y en la actualidad es manejado, mantenido y desarrollado por la empresa EMVCo (que pertenece a American Express, MasterCard, Visa y JCB). La tecnología EMV ha sido utilizada con gran éxito en Europa1. En la actualidad se ha difundido su uso a escala global, y según cifras de la industria disponibles a abril de 2013, en el mundo ya circulan 725 millones de tarjetas con chip y existen 748,000 cajeros automáticos que cuentan ya con esta tecnología en más de 130 países.

¿Qué es una Tarjeta Inteligente?

Básicamente una tarjeta inteligente es un dispositivo plástico, que contiene un pequeño microprocesador o chip que es capaz de hacer diferentes cálculos, guardar información y manejar programas, los cuales están protegidos a través de mecanismos avanzados de seguridad.

Las transacciones con la tarjeta inteligente son muy sencillas y más seguras. En lugar de deslizar la banda magnética en un POS (point of sale) o terminal de punto de venta, el usuario deberá introducir la tarjeta en la ranura destinada en el referido dispositivo para la lectura del chip.

Beneficios que brindan las tarjetas con chip

Garantizar la seguridad de los pagos electrónicos es uno de los pilares fundamentales del sistema de medios de pago. Todas las tarjetas con chip cuentan con múltiples elementos de seguridad incorporados, los cuales utilizados convenientemente, lo convierten en un medio de pago seguro.

Sin embargo, debemos tomar en consideración las mismas recomendaciones para tarjetas con banda magnética como: no exponer su clave frente a otras personas, no proporcionar información alguna a terceros sobre los vencimientos de la tarjeta o información personal.

A diferencia de la banda magnética, el chip que se utiliza en las tarjetas bancarias funciona bajo otros principios operativos. Así, por ejemplo, cuenta con una mayor capacidad de almacenamiento y seguridad, al encriptar los datos contenidos en él. Además, no permite que esta información pueda ser trasladada a otro chip de similares características. Con ello, se evita el riesgo de que sean clonadas.

El microprocesador integrado en el plástico no sólo permite a las tarjetas inteligentes almacenar una mayor cantidad de información sino que las habilita a generar y validar datos dinámicos y criptográficos, incrementando así la seguridad en las transacciones de pago.

Debido a su mayor capacidad para almacenar información, las tarjetas inteligentes pueden contener múltiples servicios que permitirán la convergencia de varios productos de pago en un mismo plástico y la implementación de servicios de valor agregado para tarjetahabientes y comercios. Por ejemplo programas de fidelización de clientes, así como servicios prepago mediante recargas que permiten al usuario el acceso a sitios web o sistemas de transporte público, entre otras posibilidades de servicios.

Otros beneficios

La versatilidad y durabilidad de las tarjetas inteligentes, ofrecen amplias ventajas a los tarjetahabientes y comerciantes:

• Más rapidez y conveniencia
Las tarjetas inteligentes permiten efectuar transacciones más rápidas y convenientes, y en muchos casos sin necesidad de entregar físicamente la tarjeta. Esto, mediante el servicio de pago a proximidad utilizando tecnología contactless.

• En cualquier lugar
Las tarjetas inteligentes con chip están basadas en estándares globales de la industria de proveedores de medios de pago, que permiten a los clientes pagar sus compras con confianza, dondequiera que se encuentren.

• Flexibilidad
La tecnología creada con este chip abre un mundo de opciones de pago, que incluyen múltiples aplicaciones de pago y servicios de valor agregado en una sola tarjeta.

• Su uso es fácil
Todos los comercios se encuentran debidamente capacitados para la aceptación y operación con tarjetas inteligentes. Las empresas responsables del sistema en el Perú brindan capacitaciones constantes a los establecimientos que cuentan con puntos de venta con este fin. De esta manera, si la tarjeta se encuentra activa, sin impedimentos para su uso, puede ser usada en cualquier lugar afiliado a este sistema de pago.

Algunos datos estadísticos

Considerando el conjunto de bancos privados y financieras en Perú, a julio de 2013 se observa que el número de tarjetas de crédito ascendió a un total de 7’877,708, lo que significó un incremento de 29% en comparación con lo anotado en julio de 2010. Por su parte, las tarjetas de débito reportaron una cifra de 13’040,257 a julio último, con lo que su número se expandió en 33% en similar periodo de análisis. De esta manera, la cantidad de plásticos de dichas entidades se acerca a los 21 millones, con un incremento de 31% en los últimos 3 años.

Tomando en cuenta lo anterior, que grafica el incremento en el uso de las tarjetas por parte de la población, es importante contar con mayores y más avanzados mecanismos de seguridad para los usuarios, así como de aprovechar la oportunidad de brindarles mayores servicios, ante lo cual las entidades financieras del país vienen desplegando ingentes esfuerzos en materia de inversión para dotar a estos instrumentos de las características tecnológicas que posibiliten esta tarea. Un claro ejemplo de ello es la implementación de las tarjetas inteligentes.