Las cifras finales ratifican cada vez más el sombrío panorama en el que se encuentran las exportaciones peruanas que en el acumulado enero-septiembre ascendieron a US$ 30,727 millones, lo que representó una contracción de -10.6%  informó la Asociación de Exportadores (ADEX).

El presidente del gremio empresarial, Eduardo Amorrortu, refirió que con la caída de los minerales, no se revertirían las cifras a final del año. “Cualquier incremento no esperado en las exportaciones mineras, como la que ocurrió en agosto, será un hecho puntual que puede mejorar las estadísticas pero no impedirá que este 2013 cierre en rojo”, opinó.

Analizando la evolución de las exportaciones por productos  en el periodo enero-septiembre,  destaca la elevada incidencia del oro cuya caída explica el 39% de la contracción de los despachos tradicionales, el plomo explica el 18%, la harina de pescado el 13% y el cobre el 11%. En suma, 4 productos explican el 80% de la caída de las exportaciones primarias.

“Detrás de este fenómeno se encuentran factores exógenos como la evolución de las cotizaciones internacionales que a su vez, inciden en los planes de producción, y, factores endógenos que se podrían corregir, como los conflictos sociales, la tramitología de las licencias de operación y las dificultades de embarque en el muelle norte del Callao”, dijo.

Amorrortu señaló que la caída entre enero y septiembre se debe a la reducción de las exportaciones tradicionales en -12.6% y de las no tradicionales en -4.2%. Destacó que son dos aspectos de la evolución de nuestros envíos que acrecientan la preocupación de los exportadores.

Uno de estos aspectos está referido al acumulado de los nueve meses. “Solamente dos de los 14 subsectores registraron un crecimiento respecto al mismo periodo del 2012: petróleo y gas natural (7.9%) y agropecuario y agroindustrias (7.3%)”, dijo el líder exportador.

Evidentemente estas evoluciones son positivas, pero no hay que pasar por alto la caída de sectores de gran importancia como la minería tradicional (-13.9%), pesca tradicional (-31.8%), agro tradicional (-33.3) y confecciones (-14.6%).

El presidente de ADEX señaló que la segunda preocupación es generada porque la tendencia predominante es que los indicadores empeoren mes a mes, en vez de mejorar. “Esto se deduce ya que la caída de las exportaciones en septiembre (-15.9%) es  mayor que la del acumulado enero-septiembre (-10.6%)”, observó.

Las exportaciones primarias caen en -12.6% en el acumulado pero disminuyen en -18.6% en septiembre  y las no tradicionales, por su parte, sufren una baja de -4.2% en el acumulado, pero agravan su situación con una caída de -6.6% en septiembre.

En el caso de las exportaciones con valor agregado, su caída se extiende a una larga lista de productos en la que solo sobresale la exportación de polos de algodón que explican el 17% de la contracción de esos envíos. Esto quiere decir que la problemática del sector debe ser analizada por los mercados.

Mercados

Desde esta perspectiva, la caída de las exportaciones no tradicionales es el resultado neto  de los menores despachos a 10 de sus principales mercados, principalmente  Venezuela  (-40%), además de otros cinco latinoamericanos (Colombia, Argentina, Panamá, Ecuador y Haití), dos europeos (España y Bélgica), además de EE.UU. y Hong Kong.

“En el otro extremo, debemos destacar la importancia de destinos ya conocidos como Holanda, Chile, Brasil y México, nuevos como India y China y otros europeos como Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, a los que se han dirigido los nuevos esfuerzos exportadores”, refirió.

Estos datos revelan la necesidad de fortalecer la gestión de mercados tanto a nivel de acciones de promoción de nuestros productos, como de coordinación de políticas comerciales para salvar obstáculos.

En ese sentido, Amorrortu dijo que no es ninguna casualidad que, dentro en ese panorama crítico, las agroexportaciones tengan un comportamiento positivo ya que es el resultado de la implementación de instrumentos de promoción de alto impacto como la feria Expoalimentaria y de esfuerzos de las empresas por dirigirse a los mercados europeos más estables.

En resumen, comentó que urge hacer un balance de los obstáculos internos que  enfrenta la oferta exportable, como las trabas que surgen de la fiscalización laboral y tributaria hecha en el marco de la arbitrariedad de los agentes fiscalizadores, problemas logísticos en puertos y aeropuertos y trabas administrativas en el procedimiento de exportación.

En cuanto a los mercados, igualmente, es necesario hacer un balance de la problemática que encierran aquellos mercados en los cuales nos estamos contrayendo para diseñar soluciones en todos los planos que corresponda actuar.