El Consejo Ejecutivo de la Asociación de Exportadores (ADEX) destacó el legado del empresario Alberto Benavides de la Quintana, quien revolucionó la minería peruana al apostar por la diversificación de operaciones y ver en esa actividad una forma de luchar contra la pobreza en la Sierra y desarrollar el Perú.
Esa visión que la ADEX comparte y que Benavides de la Quintana imprimió en 1953 cuando fundó Minas Buenaventura, convirtió a esa empresa en una de las productoras de oro y plata más grandes del Perú, modelo para muchas compañías al abordar también el tema social a través del Patronato de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y otras instituciones.
También era conocida su preocupación por el trasvase de agua de Huancavelica a Ica, ya que esta región es conocida por ser una de las más importante agroexportadoras del país, pero, al mismo tiempo, enfrenta un problema por el desabastecimiento de agua.
El empresario minero quería encontrar la solución a ese problema y se sabe que inclusive dispuso la construcción de una maqueta para apreciar el flujo de los ríos de Huancavelica hacia la costa.
Otro punto que también se le reconoce es haber desarrollado la minería compenetrándose con las comunidades donde se realizaban las operaciones. “Por todo lo que hizo, Alberto Benavides de la Quintana se ha ganado un lugar muy importante en la historia del Perú. No sólo ayudo a promover una actividad tan importante como la minería, sino que mediante un trabajo de años, mejoró las condiciones de vida de muchas comunidades”, dijo Eduardo Amorrortu, presidente de la ADEX.
Añadió que el empresario minero también participó en el sector público, pues fue Director del Banco Central de Reserva, además de alcalde de Cerro de Pasco, y Teniente Alcalde de Lima, lo que demostró su interés por participar activamente en la solución de los problemas que aquejaban al país.
