La peor noticia del 2008
Por Humberto Campodónico
No cabe duda de que una de las peores noticias de este 2008 que se va ha sido la estrepitosa caída de la Bolsa de Valores de Lima, pues la pérdida es nada menos que 60%. Los primeros perdedores son los futuros jubilados que están en las AFP, los fondos mutuos, las empresas y los ahorristas individuales. La pregunta es por qué se ha perdido tanto, pues cuando nos comparamos con países vecinos se aprecia que, claro, también hay pérdidas, pero mucho menores que las limeñas. Veamos qué ha pasado en Colombia, Chile y Perú desde diciembre del 2003.
La BVL fue la que más subió pues tuvo 863% de ganancias en su punto más alto (julio del 2007). Le sigue la de Bogotá, con un máximo de ganancia de 391% (en noviembre del 2007) y después viene la Bolsa de Santiago con ganancia máxima de 138% (en octubre del 2007). Esto hizo que la BVL fuera campeona mundial en esos años, lo que, además, provocó una entrada masiva de todo tipo de inversionistas: la euforia estaba en su punto máximo. Sin embargo, en el subibaja de las bolsas también vienen las vacas acas. Y la BVL fue la más golpeada pues, a la fecha, ha perdido el 71% desde su punto máximo. Las Bolsas de Santiago han perdido mucho menos: 34 y 33% desde su punto máximo.
Esto tiene su explicación en las diferentes estructuras productivas de los países, así como en la calidad y cantidad de las empresas que cotizan en Bolsa. En Bogotá, la empresa más importante es la estatal ECOPETROL (recién entró el año pasado; el límite de acciones en Bolsa es 20%), seguida de Suramericana de Inversiones, BanColombia, ISA (empresa eléctrica, de capital mixto), Textiles Fabricato, Cementos Argos, Cía. Colombiana de Inversiones, Almacenes Éxito, Grupo Nacional de Chocolates, Acerías Paz del Río y Coltejer, entre otras.
En Chile, las empresas que más acciones transaron en el 2007 fueron Enersis, LAN, Cencosud (que compró Wong) y Copec (distribuidora de combustibles). Le siguen D&S, La Polar, ENTEL, Falabella, Banco Santander, Ripley y Cía. Sudamericana de Vapores, entre otras. Como se aprecia, las empresas más importantes están ligadas a la actividad productiva, nanciera, infraestructura y de servicios. Nótese que en Chile no cotizan en Bolsa ENAP y Codelco ni, tampoco, ninguna de las empresas extranjeras de la gran minería. En Colombia, no están en Bolsa Cerrejón (carbón) ni Cerromatoso (níquel) ni las petroleras extranjeras.
La cosa es distinta aquí, pues el 60% de la capitalización bursátil pertenece a la gran minería (Cerro Verde, Southern, Buenaventura) y a la mediana minería (Volcan, Atacocha, El Brocal, Milpo, entre otras). Eso hace a la BVL superdependiente de los precios internacionales de los minerales. Mientras había “boom”, la BVL volaba. Y viceversa. Distinto es en Colombia y Chile, pues predominan las empresas ligadas al mercado interno, que no han sido golpeadas con tanta fuerza por la crisis internacional. Moraleja: voy más despacio, porque ando apurado. Estamos, pues, frente a estilos de desarrollo distintos y queda claro que el nuestro, primario exportador, tiene un arraigo nacional mucho más débil. Malo. Un último punto: en Colombia y Chile –donde las bolsas cayeron menos que aquí– el dinero de las AFP metido en Bolsa es solo el 22 y el 14% del total, respectivamente, mientras que en el Perú es el 42%, el más alto de América Latina. Por eso, nuestros futuros pensionistas perdieron más, lo que debiera motivar, ya, una reforma radical del sistema de pensiones. Igual, felices fiestas.
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com
Esto tiene su explicación en las diferentes estructuras productivas de los países, así como en la calidad y cantidad de las empresas que cotizan en Bolsa. En Bogotá, la empresa más importante es la estatal ECOPETROL (recién entró el año pasado; el límite de acciones en Bolsa es 20%), seguida de Suramericana de Inversiones, BanColombia, ISA (empresa eléctrica, de capital mixto), Textiles Fabricato, Cementos Argos, Cía. Colombiana de Inversiones, Almacenes Éxito, Grupo Nacional de Chocolates, Acerías Paz del Río y Coltejer, entre otras.
En Chile, las empresas que más acciones transaron en el 2007 fueron Enersis, LAN, Cencosud (que compró Wong) y Copec (distribuidora de combustibles). Le siguen D&S, La Polar, ENTEL, Falabella, Banco Santander, Ripley y Cía. Sudamericana de Vapores, entre otras. Como se aprecia, las empresas más importantes están ligadas a la actividad productiva, nanciera, infraestructura y de servicios. Nótese que en Chile no cotizan en Bolsa ENAP y Codelco ni, tampoco, ninguna de las empresas extranjeras de la gran minería. En Colombia, no están en Bolsa Cerrejón (carbón) ni Cerromatoso (níquel) ni las petroleras extranjeras.
La cosa es distinta aquí, pues el 60% de la capitalización bursátil pertenece a la gran minería (Cerro Verde, Southern, Buenaventura) y a la mediana minería (Volcan, Atacocha, El Brocal, Milpo, entre otras). Eso hace a la BVL superdependiente de los precios internacionales de los minerales. Mientras había “boom”, la BVL volaba. Y viceversa. Distinto es en Colombia y Chile, pues predominan las empresas ligadas al mercado interno, que no han sido golpeadas con tanta fuerza por la crisis internacional. Moraleja: voy más despacio, porque ando apurado. Estamos, pues, frente a estilos de desarrollo distintos y queda claro que el nuestro, primario exportador, tiene un arraigo nacional mucho más débil. Malo. Un último punto: en Colombia y Chile –donde las bolsas cayeron menos que aquí– el dinero de las AFP metido en Bolsa es solo el 22 y el 14% del total, respectivamente, mientras que en el Perú es el 42%, el más alto de América Latina. Por eso, nuestros futuros pensionistas perdieron más, lo que debiera motivar, ya, una reforma radical del sistema de pensiones. Igual, felices fiestas.
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