El Ministerio de la Producción y la Marina de Guerra del Perú tienen mucho que decir con relación al anunciado paro del 26 de agosto próximo, organizado por los pescadores nacionales, quienes denuncian que hay más de 250 barcos de bandera extranjera que depredan el mar de Grau en el límite de las 200 millas.
Hay preguntas precisas que deberán absolver las autoridades de este sector y la Sociedad Nacional de Pesquería. Por ejemplo, ¿cuál es la situación actual de la pesca indiscriminada de calamar y pota? Asimismo, ¿no existen acaso embarcaciones pesqueras de gran tamaño de nacionalidad china, coreana y chilena que vienen pescando de manera irregular?
Esta situación deberá esclarecerse y pronto. Debemos ser muy serios en salvaguardar nuestros recursos naturales en general, y en especial nuestros recursos hidrobiológicos marinos. Como consecuencia de la falta de orden en materia de pesca en el país, el pescado se aleja de la mesa popular dando paso a su industrialización, ya sea como harina de pescado o conservas, dejando sin los beneficios de esta alimentación a grandes sectores sociales del mercado interno.
Esto también implica un atentado contra el derecho al trabajo de los pescadores artesanales cuyo único sustento es la pesca diaria pero al ser depredado nuestro mar sus faenas son cada vez difíciles y el resultado para sus bolsillos muy escuálido. Por todo ello, preocupa que se haya llegado a este extremos de fijar un paro para este 26 de agosto, denominado “Día de las redes caídas y anzuelos vacíos”, señalando el Frente Nacional de Pesca que en esa fecha no habrá pescado fresco en todo el Perú en señal de protesta por la forma como se viene depredando nuestra fauna marina. Eso significa al mismo tiempo una convocatoria de dicho gremio a las amas de casa y los consumidores en general para que no acudan a los mercados a comprar pescados y mariscos.
Frente a este conflicto, cumplimos con anticipar a las autoridades, en especial al Ministerio de la Producción y a la Marina de Guerra, para que adopten las medidas del caso y se intercepte a los barcos extranjeros que vulneren nuestra soberanía nacional o se fiscalice realmente a las embarcaciones que tienen autorización con los límites en tonelaje y bodega correspondientes para que no haya una sacada de vuelta a la administración.
No queremos que dentro de unos años ya no quede nada en nuestro mar gracias a la mala fe de algunos arrastreros o de los barcos long line, es decir aquellos que pescan en línea tirando redes de 30km o más, con las cuales depredan todo a su paso. Cuidemos el Mar de Grau, la pesca artesanal y la alimentación de los peruanos. Esperamos que haya diálogo franco y abierto para corregir las causas de este paro.
Editorial, Expreso, 22.08.2015
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