Venezuela, segundo socio comercial del Perú
Por Humberto Campodónico
Al escribir este artículo no sabemos aún quién ganó ayer el referéndum venezolano. Pero algo que sí se sabe –aunque se conoce poco– es que Venezuela ha pasado a ser el segundo destino de las exportaciones no tradicionales (XNT) del Perú, siendo superado solo por EE. UU. En efecto, en el 2008 las XNT totales del Perú ascendieron a US$ 7,543 millones, de los cuales US$ 1,904 millones fueron a EE. UU. y US$ 969 millones a Venezuela, según la Nota de Estudios # 6 del BCR.
Perú: XNT Totales 2008 | Perú: XNT totales a Venezuela 2008 |
(En US $ millones y %) |
Fuente: BCRP, Nota de Estudios # 6, www.bcrp.gob.pe
Sorprende la velocidad del aumento comercial ya que, en el 2002, las XNT a Venezuela apenas llegaron a US$ 98 millones, lo que quiere decir que se han decuplicado en solo 6 años. Esto tiene que ser considerado, definitivamente, como un logro de los acuerdos de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que llevaron los aranceles a nivel cero entre todos sus miembros. Agreguemos que Venezuela no solo es importante para Perú sino para toda la CAN, pues es el mayor comprador con el 70% de las importaciones.
Las exportaciones textiles a Venezuela en el 2008 sumaron US$ 648 millones, siendo superadas —una vez más— solo por EE. UU. con US$ 808 millones. Como en el 2002 se exportaron US$ 35 millones de confecciones a Venezuela, tenemos que en solo 6 años aumentaron casi 20 veces. Así, los T-shirts, camisas y blusas que hemos visto en las manifestaciones del gobierno y de la oposición son, en gran medida, Made in Perú.
A Venezuela también se exportaron US$ 74 millones de productos químicos, de un total de US$ 1,040 millones exportados en el 2008. En este rubro (que comprende, entre otros, ácido sulfúrico, óxido de zinc y soda cáustica), Venezuela se ubica en el # 5 del ranking, detrás de Chile, Colombia, Ecuador y Bolivia, en ese orden.
Asimismo, en el 2008 se exportaron a Venezuela US$ 44 millones de productos sidero-metalúrgicos (alambrón de cobre, aleaciones de zinc y bolas de zinc) de un total de US$ 908 millones. Esto la coloca en el # 6 del ranking, siendo superado por Colombia, EE. UU., Bolivia, Brasil y Chile, en ese orden. También se han exportado a Venezuela productos agroindustriales por US$ 46 millones (en el 2002 se exportaron US$ 13 millones), madera-papeles y productos pesqueros.
Vemos que Venezuela y los países vecinos son socios comerciales muy importantes de los industriales peruanos. Esto marca una diferencia con las exportaciones tradicionales de materias primas (minería y petróleo) que, de un lado, en su casi totalidad van a los países industrializados y, de otro, son exportados por grandes empresas de propiedad de esos mismos países. Por eso, cuando se miran las cifras de la balanza comercial, hay que tener en cuenta que las exportaciones industriales (no tradicionales) incorporan mucho mayor valor agregado y empleo que las tradicionales.
Eso es lo que en la CAN llaman el “efecto trampolín”: si se accede, con productos de calidad y que incorporan avance tecnológico —a los mercados de los países vecinos—, se habrá dado un gran paso para lograr lo mismo en los mercados de los países industrializados.
Finalmente, si bien Venezuela ya no pertenece a la CAN desde abril del 2006 (año en que el presidente Chávez decidió el retiro de su país), el Programa de Liberación se mantiene vigente por un plazo de 5 años, que se cumple en el 2011. Para el Perú y la CAN es entonces de vital importancia poner en marcha nuevos acuerdos que mantengan las preferencias arancelarias con ese país que ayer tuvo una votación crucial para su futuro político. Además, claro, de mantener la vigencia del acuerdo andino.
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com
Las exportaciones textiles a Venezuela en el 2008 sumaron US$ 648 millones, siendo superadas —una vez más— solo por EE. UU. con US$ 808 millones. Como en el 2002 se exportaron US$ 35 millones de confecciones a Venezuela, tenemos que en solo 6 años aumentaron casi 20 veces. Así, los T-shirts, camisas y blusas que hemos visto en las manifestaciones del gobierno y de la oposición son, en gran medida, Made in Perú.
A Venezuela también se exportaron US$ 74 millones de productos químicos, de un total de US$ 1,040 millones exportados en el 2008. En este rubro (que comprende, entre otros, ácido sulfúrico, óxido de zinc y soda cáustica), Venezuela se ubica en el # 5 del ranking, detrás de Chile, Colombia, Ecuador y Bolivia, en ese orden.
Asimismo, en el 2008 se exportaron a Venezuela US$ 44 millones de productos sidero-metalúrgicos (alambrón de cobre, aleaciones de zinc y bolas de zinc) de un total de US$ 908 millones. Esto la coloca en el # 6 del ranking, siendo superado por Colombia, EE. UU., Bolivia, Brasil y Chile, en ese orden. También se han exportado a Venezuela productos agroindustriales por US$ 46 millones (en el 2002 se exportaron US$ 13 millones), madera-papeles y productos pesqueros.
Vemos que Venezuela y los países vecinos son socios comerciales muy importantes de los industriales peruanos. Esto marca una diferencia con las exportaciones tradicionales de materias primas (minería y petróleo) que, de un lado, en su casi totalidad van a los países industrializados y, de otro, son exportados por grandes empresas de propiedad de esos mismos países. Por eso, cuando se miran las cifras de la balanza comercial, hay que tener en cuenta que las exportaciones industriales (no tradicionales) incorporan mucho mayor valor agregado y empleo que las tradicionales.
Eso es lo que en la CAN llaman el “efecto trampolín”: si se accede, con productos de calidad y que incorporan avance tecnológico —a los mercados de los países vecinos—, se habrá dado un gran paso para lograr lo mismo en los mercados de los países industrializados.
Finalmente, si bien Venezuela ya no pertenece a la CAN desde abril del 2006 (año en que el presidente Chávez decidió el retiro de su país), el Programa de Liberación se mantiene vigente por un plazo de 5 años, que se cumple en el 2011. Para el Perú y la CAN es entonces de vital importancia poner en marcha nuevos acuerdos que mantengan las preferencias arancelarias con ese país que ayer tuvo una votación crucial para su futuro político. Además, claro, de mantener la vigencia del acuerdo andino.
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