La calabaza es una planta que lleva consigo gran historia entre su versatilidad hoy en día, pues pertenece a la familia de las curcubitáceas. Esta calabacilla, como comúnmente se le conoce tiene origen en América y centro américa, poco a poco se fue extendiendo por Europa, y actualmente se viene empoderando significativamente en México.
Se caracteriza por ser una planta común para cultivar, además de ser trepadora, o rastreadora. Su producción es durante todo el año, y muy cotizada en el último día de octubre, día de Hallowen. Nutricionalmente, desde sus mismas semillas contiene una gran fuente de vitaminas y ácidos grasos omega 3, las cuales son esenciales en la alimentación por desarrollar funciones vitales para el organismo para asegurar el crecimiento y desarrollo de los pequeños en casa.
Del mismo modo, la calabaza posee muchas vitaminas antioxidantes por la presencia de la vitamina A, que ayuda mantener la integridad de la piel y membranas mucosas. Además, de ser rica en minerales como el cobre, calcio, potasio y fosforo.
En nuestro país, se siembra en mayo y su cosecha a mediados del mes de octubre.
En el ámbito regional este cultivo viene creciendo en cuanto a producción, pese a los diversos cambios climáticos de la zona.
Fuente: Impacto Agrario, junio 2017