Desaceleración económica y baja productividad incrementan la informalidad laboral. Sectores agro y servicios concentran el 63,6% del total de trabajadores informales. La CCL advierte que el empleo informal podría incrementarse en sectores agrícola y manufactura si no se prorroga Ley de Promoción del Sector Agrario.

En  2017, el empleo informal alcanzó a 11,9 millones de peruanos, representado el 72,6% de la población económicamente activa ocupada (PEAO) siendo los sectores económicos agro y servicios los que registran mayor nivel de informalidad laboral, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

"El empleo informal en el país es producto de una baja productividad de los trabajadores que actúan en un mercado laboral rígido, con costos de contratación y de despido elevados, los que a la vez se desenvuelven en un mercado de bienes y servicios copado por empresas informales", manifestó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP-CCL.

El economista señala que si bien en la última década (2007-2017) la tasa de informalidad laboral se redujo de 80,0% a 72,6%, en el último año esta tasa registró un crecimiento de 0,6 puntos porcentuales, desempeño que –refiere– es lógico pues coincide con la desaceleración económica.

Como se mencionó, los sectores agrícola y servicios lideran el empleo informal. El primero tiene 3,9 millones de trabajadores informales (32,9% del total) donde 1,1 millones laboran en zonas urbanas y 2,8 millones están en zonas rurales.

En tanto, en el sector Servicios existen 3,6 millones de trabajadores contratados bajo esta modalidad, lo cual representa al 30,7% del universo de trabajadores informales. Pero otro sector con alto porcentaje también es Comercio (17,8%), el cual registra 2,1 millones de informales.

Empleo informal podría incrementarse en otros sectores

Las políticas públicas deben dirigirse a buscar que el saldo beneficio-costo de ser formal sea claramente superior al correspondiente por permanecer en la informalidad. En esa dirección, es importante mantener la Ley de Promoción del Sector Agrario, que favorece la competitividad de actividades agrícolas y agroindustriales. De ser eliminada se correría el riesgo de incrementar el empleo informal en ambas actividades económicas.