Por Ing. Luis Rivera*

Comenzamos este nuevo año con mucho optimismo y mejores ánimos debido a las proyecciones que se vislumbran sobre el desempeño del sector minero peruano en el 2019. Según la consultora Maximixe, este año nuestra industria experimentaría un crecimiento de 7.2%.

Y ello no será debido a los precios de los metales a nivel internacional, que se mantienen expectantes, sino a la recuperación de nuestra producción minera, que en el 2018 tuvo una leve desaceleración a causa de problemas en algunas de nuestras principales minas como Las Bambas o Cerro Verde.

Este 2019 se estima que el proyecto Corani, en Puno, inicie su construcción con una inversión de US$ 585 millones, junto a otros cuatro proyectos brownfield (Ampliación Santa María, Optimización Lagunas Norte, Integración Coroccohuayco y Ampliación Pachapaqui) que suman una inversión de US$ 1,456 millones.

Sería ideal que este año se cuente también con la construcción del proyecto cuprífero Tía María, con una inversión de US$ 1,400 millones, cuyo reto es convertirse en el mejor ejemplo de convivencia entre minería y agricultura, y demostrar que el sector minero es un modelo de gestión hídrica en el Perú.

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* Presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú