El Gobierno de Brasil presentó este viernes el Plan Nacional de Fertilizantes, un programa que busca que el país sea menos dependiente de los fertilizantes extranjeros, que son básicos para sostener el ritmo de producción de su sector agrícola.
"Son 80 objetivos y 130 acciones estructurales, un plan estratégico hasta 2050, pero también con acciones inmediatas ya en marcha", explicó en rueda de prensa el ministro de la Secretaría Especial de Asuntos Estratégicos, Flávio Rocha, que fue el encargado de coordinar este plan, que se está preparando desde hace un año.
Brasil es el mayor consumidor de fertilizantes del mundo, con una media de 55 millones de toneladas al año, pero la mayoría lo importa, lo que le genera cierta "vulnerabilidad", asumió el funcionario.
Buena parte de lo importado viene de Rusia, por lo que con las sanciones actuales podría haber incluso problemas de desabastecimiento.
En este sentido, Rocha habló de "la diplomacia de los fertilizantes" y aseguró que el Gobierno ha pedido a los embajadores que están en todos los países productores que se pongan en marcha para garantizar que los contratos firmados se vayan a cumplir y que si es posible aumenten las cuotas de exportación.
En la ceremonia de presentación del plan en Brasilia estuvieron presentes los embajadores de Arabia Saudita, Argelia, Australia, Bahrein, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Libia, Marruecos, Perú, Túnez, la Unión Europea y Omán.
Además, recientemente la ministra de Agricultura, Tereza Cristina da Costa, viajó a Irán en busca de más fertilizantes y en los próximos días se desplazará a Canadá con el mismo objetivo.
Al margen de buscar nuevos socios, Brasil quiere aumentar la producción propia; para ello destinará líneas de crédito especiales a través del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES) e inyectará recursos a la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) para que "saque del laboratorio" 50 proyectos de vanguardia que ya están muy avanzados.
"No buscamos la autosuficiencia, pero sí la capacidad de superar desafíos y mantener nuestra mayor riqueza, el sector agrícola", dijo la ministra, detallando la dependencia externa.
La funcionaria explicó que Brasil importa el 75 por ciento de los fertilizantes fosfatados y el 90 por ciento de los nitrogenados, pero la situación más delicada es la del potasio.
"Es el mayor desafío, dependemos en un 96 por ciento de la exportación", dijo.
Sobre el potasio, aseguró que el Gobierno ya tiene mapeados diversos yacimientos que podrían ser explotados y que no se está reaccionando a una crisis puntual, sino pensando a largo plazo.
Con información de Sputnik